Prisioneros de los cables
Diez l¨ªneas de alta tensi¨®n no dejan crecer nuevos barrios en la localidad de Moraleja de Enmedio
El problema de crecimiento urban¨ªstico en Moraleja de Enmedio (2.300 habitantes) no radica en la falta de suelo, sino en el exceso de cables. En su t¨¦rmino se ubica una subestaci¨®n el¨¦ctrica de la que parten diez l¨ªneas de alta tensi¨®n hacia los grandes municipios del sur: Legan¨¦s, M¨®stoles, Alcorc¨®n... El pueblo es cruzado por doquier por los tendidos, que impiden que el Ayuntamiento pueda levantar nuevas viviendas.Cada vez que el Consistorio intenta pintar un nuevo barrio, se topa con una l¨ªnea de alta tensi¨®n. Y es que el equipo de gobierno, del PSOE, pretende elevar la poblaci¨®n a unos 8.000 habitantes. "Pero es muy dif¨ªcil, por el enorme n¨²mero de cables que nos cruzan. Estamos completamente crucificados", se?ala el primer teniente de alcalde, ?ngel D¨ªaz Montes, del PSOE. Por eso, el Consistorio ha pedido a Iberdrola que ''quite, por lo menos, los cables que pasan por el casco urbano y por las zonas de expansi¨®n".
El edil a?ade: "Nos han dicho que enterrarlos es inviable, porque cada kil¨®metro cuesta unos doscientos millones. Por tanto, la ¨²nica soluci¨®n es meter las l¨ªneas por los l¨ªmites del pueblo. Estas modificaciones deben pagarlas las compa?¨ªas, porque Moraleja tiene un presupuesto total de 328 millones". La Comunidad ha anunciado ayudas para enterrar las l¨ªneas el¨¦ctricas, pero las ha fijado en apenas veinte millones.
El conflicto entre el Ayuntamiento y las hidroel¨¦ctricas no es nuevo. En los a?os setenta, cuando la localidad no ten¨ªa ni la cuarta parte de vecinos que hoy, se construy¨® la subestaci¨®n el¨¦ctrica a poco m¨¢s de un kil¨®metro del pueblo. Seg¨²n manifesta D¨ªaz Montes, "en aquellos a?os no se ped¨ªa permiso para nada, simplemente se hac¨ªan las cosas, y a tragar". Moraleja vio as¨ª c¨®mo se constru¨ªa una subestaci¨®n para recoger y distribuir la energ¨ªa el¨¦ctrica que se produce en la sierra. Este pueblo se encuentra a medio camino entre las grandes poblaciones del cintur¨®n industrial y el valle del Alberche, zona de saltos hidroel¨¦ctricos.
En 1983, el Ayuntamiento exigi¨® que Iberdrola pagase la licencia municipal de apertura de la subestaci¨®n. El asunto lleg¨® al Tribunal Supremo, donde el Consistorio consigui¨® que se le pagasen cinco millones de pesetas por la licencia. En 1992, el conflicto se reanud¨®. La compa?¨ªa recurri¨® contra la subida catastral. La hidroel¨¦ctrica volvi¨® a perder. "Ahora, lo que queremos es que nos abone el IAE (impuesto de actividades econ¨®micas), porque, por alguna extra?a raz¨®n, no lo liquida en Moraleja, sino en Madrid", se?ala D¨ªaz Montes.
Un portavoz de Iberdrola explic¨® que "la compa?¨ªa est¨¢ abierta a cualquier tipo de negociaci¨®n, pero no existe ninguna petici¨®n formal del Ayuntamiento". Avanz¨® que adem¨¢s se van a a construir dos nuevos tendidos: "Ser¨¢n de 45 kilovoltios [45.000 voltios] y van hacia Navalcarnero y M¨®stoles".
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