Cruce sobre ?frica
SOBRE TERRITORIO africano se han cruzado dos aviones y dos destinos: el de Juan Pablo II abandonando Nigeria despu¨¦s de beatificar a un santo nacional y de instar al dictador Sani Abacha a democratizar su doliente pa¨ªs; y el del presidente Bill Clinton, que el pasado lunes empez¨® en Ghana el m¨¢s largo y ambicioso viaje de un presidente estadounidense por el ?frica subsahariana. Por primera vez en mucho tiempo, ese continente atra¨ªa la atenci¨®n de los medios por un motivo diferente al de los ¨¦xodos, las hambrunas y las matanzas.Clinton ha sabido conjugar los mea culpa por los comportamientos de su pa¨ªs con el llamamiento en favor de un renacimiento africano: desde la trata de esclavos (que tantos beneficios proporcion¨® al incipiente capitalismo norteamericano) a la m¨¢s reciente infamia, la falta de reacci¨®n ante el genocidio ruand¨¦s de 1994, uno de los m¨¢s dram¨¢ticos del siglo XX. A su llegada a Sur¨¢frica, un pa¨ªs que supo plantar cara a todos los agoreros y desmantelar el apartheid, uno de los m¨¢s injustos reg¨ªmenes de nuestra era, Clinton hizo ante Nelson Mandela una propuesta de sustituir ayuda por comercio". Resulta un loable prop¨®sito empezar a cambiar la mentalidad que durante siglos ha hecho de ?frica una tierra valiosa para proyectar la codicia de unos y el sentimiento de culpa de otros.
Para salir de ese ciclo perverso que por una parte esquilma y por otra se compadece, y que tan fruct¨ªferamente ha abonado el terreno para el brote de dictadores y la constancia de la miseria, con sus secuelas de matanzas y ¨¦xodos, hace falta algo m¨¢s que sustituir "ayuda por comercio". El premio Nobel nigeriano Wole Soyinka ha dicho por d¨®nde empezar: no alimentar a dictadores como Sani Abacha compr¨¢ndole petr¨®leo y mirando hacia otra parte cuando viola impunemente los derechos humanos. Lo mismo se podr¨ªa decir de Guinea Ecuatorial, donde los cuantiosos beneficios que ha empezado a generar el petr¨®leo han favorecido hasta ahora tan s¨®lo a compa?¨ªas estadounidenses como Mobil y Nomeco, y por supuesto al dictador Teodoro Obiang, mientras que el pueblo sigue viviendo en unas condiciones pol¨ªticas y econ¨®micas deplorables.
Bienvenido sea el comercio, pero como le record¨® a Clinton el sucesor de Mandela, Thabo Mbeki, la ayuda internacional sigue siendo necesaria, comenzando por la reconsideraci¨®n de la pesada losa, de la deuda externa y siguiendo por el establecimiento de un c¨®digo de conducta para las multinacionales que act¨²an por encima de los Gobiernos. As¨ª se comenzar¨ªa a salir del c¨ªrculo vicioso, porque el comercio entre desiguales provoca m¨¢s desigualdad.
Al escritor polaco Ryszard Kapuscinksi le indigna lo que interpreta como una reedici¨®n del colonialismo: las ¨²nicas noticias de ?frica que atraviesan el tel¨®n de la indiferencia son las que nos ratifican en un prejuicio atroz, el de que es un continente poblado por pueblos b¨¢rbaros que s¨®lo saben matar y morir. Pero esa visi¨®n ignora deliberadamente el papel jugado por las potencias coloniales: desde el trazo burdo de fronteras que est¨¢ en la base de muchos conflictos de hoy, al interesado respaldo a crueles dictadores locales y las facilidades otorgadas a compa?¨ªas que han explotado las riquezas nacionales sin control alguno. Los viajes del Papa y del presidente de la ¨²nica superpotencia deber¨ªan servir para matizar esa imagen que tranquiliza la buena conciencia de Occidente.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Guerras hutus y tutsis
- Wole Soyinka
- Juan Pablo II
- Bill Clinton
- Limpieza ¨¦tnica
- Opini¨®n
- Guinea Ecuatorial
- Cr¨ªmenes guerra
- Genocidio
- Nigeria
- Ruanda
- Ghana
- Esclavitud
- Delitos contra Humanidad
- Derechos humanos
- Estados Unidos
- Tr¨¢fico personas
- Trata de seres humanos
- Pol¨ªtica exterior
- ?frica
- Viajes
- Racismo
- Ofertas tur¨ªsticas
- Discriminaci¨®n