El poeta Juan Gelman se enfrenta a la pesadilla de su nieto desaparecido
El escritor argentino declara hoy ante el juez Garz¨®n sobre el genocidio militar
Juan Gelman lleva 22 a?os buscando a su nieto. No sabe realmente si naci¨® o no, si es hombre o mujer. Pero eso importa poco. 'Lo buscar¨¦ hasta que me muera". Lo dice con un punto de iron¨ªa que no mitiga el drama: 'Fue el legado que me dej¨® mi hijo Marcelo, encontrar a su mujer y a su ni?o". Su hijo y su nuera, la espa?ola Claudia Garc¨ªa, fueron secuestrados en 1976 por militares argentinos, cuando ella estaba embarazada de siete meses. Gelman cuenta hoy su pesadilla al juez Garz¨®n y no pierde la esperanza de encontrar a aquel beb¨¦ y castigar a los culpables. S¨®lo una cosa lo impedir¨ªa: que el ni?o apropiado por una familia de militares no quiera saber qui¨¦n es. "Igual no desea volver, o prefiere no aparecer: tiene m¨¢s a?os ya que su padre cuando lo mataron".
Juan Gelman (Buenos Aires, 1930) sigue escribiendo escuetos libros de poemas. Una de las voces m¨¢s singulares de su generaci¨®n, premio Nacional en su pa¨ªs el a?o pasado, Gelman escribe versos que mezclan lo social y lo m¨ªstico, la desesperanza con una fe inquebrantable en el hombre. Pero la literatura, que le ha salvado del derrumbe, no parece ya tan crucial para ¨¦l como la justicia. El autor de S¨ª dulcemente y una quincena de t¨ªtulos m¨¢s -muchos de ellos recogidos en De palabra (editorial Visor)- no ha tra¨ªdo poemas nuevos a Espa?a. S¨®lo un prosaico informe de 250 p¨¢ginas -"recoge todas las averiguaciones sobre mi nuera y mi nieto"-, que le entregar¨¢ hoy al magistrado de la Audiencia Nacional Baltasar Garz¨®n, instructor del sumario que investiga el destino de los espa?oles represaliados por la dictadura argentina (1976-1983).Pero Gelman no ha venido s¨®lo a eso. "He tenido noticias esperanzadoras de gente exiliada aqu¨ª que podr¨ªa saber algo de mi nieto". Y eso aumenta la certeza de que aquel ni?o lleg¨® a nacer. "Era hijo de subversivos, y ellos ten¨ªan que librarlo de ese futuro. ?sa era su ¨²nica raz¨®n para darle la vida". Pero 22 a?os llenos de razones como ¨¦sa es mucho tiempo. "?Qu¨¦ habr¨¢ o¨ªdo ese chico en el comedor de su casa? ?Qu¨¦ habr¨¢ estudiado? ?Ser¨¢ militar, como su padre falso? ?O un apropiado rebelde, como las hijas de los marios que - hace poco quisieron saber si sus padres fueron, represores?"
?l mismo anim¨® hace poco desde su tribuna en el diario P¨¢gina 12 a que los hijos de los militares preguntaran a sus padres si estuvieron entre los 12.000 soldados que mataron o hicieron desaparecer a entre 10.000 y 30.000 personas. Un intento m¨¢s de romper el silencio, de saber si el ni?o naci¨®, como cree Gelman, "en un hospital militar al que su madre, condenada a muerte, lleg¨® con los ojos vendados". Si fue as¨ª, sus apellidos reales son Gelman Garc¨ªa Iruretagoyena. Su padre era Marcelo Gelman. Su madre, Claudia Garc¨ªa Iruretagoyena, hija de espa?ol. ?l ten¨ªa 20 a?os y ella 19 cuando se los llevaron, el 24 de agosto de 1976. "Los metieron en un campo de concentraci¨®n, Automotores Orletti, que los militares apodaban El jard¨ªn. Marcelo fue torturado. Trece a?os despu¨¦s, sus restos aparecieron metidos en un tambor de cemento y arena junto a los de siete compa?eros. Los forenses dijeron que le hab¨ªan pegado un tiro en la nuca a menos de 50 cent¨ªmetros".
Gelman acababa de regresar entonces de sus 12 a?os de destierro europeo. Enterr¨® a su hijo y se march¨® a M¨¦xico. All¨ª sigue hoy, "tan exiliado como entonces", aunque ahora "de esa democracia falsaria que no juzga a los culpables y se atreve a criticar los sumarios abiertos por jueces extranjeros como una injerencia a la soberan¨ªa, mientras malvende el pa¨ªs a las multinacionales y lo justifica en la globalizaci¨®n".
Pese al dolor de su historia, Juan Gelman sigue entero. Se define como un "poeta por pereza", pero le quedan fuerzas para ejercer la iron¨ªa, el humor corrosivo y el compromiso incansable: "La ¨²nica patria importante es la vida, y, corresponde defenderla. Adem¨¢s alguien dijo que la buena suerte s¨®lo es una breve interrupci¨®n de la mala suerte".
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