El "portacoz" y los cigarros del abad

Francisco ?lvarez Cascos, vicepresidente primero del Gobierno, con una notable palidez en el rostro y una severa afon¨ªa, asegur¨® ayer en el pleno del Congreso lo que todos sab¨ªan, que ma?ana comparecer¨¢ ante la Comisi¨®n Constitucional para responder, a iniciativa de IU, sobre la llamada conspiraci¨®n. Pero adem¨¢s, ofreci¨® una pista de lo que puede ser su presencia porque, al responder a una pregunta de la diputada de Nueva Izquierda Cristina Almeida, ?lvarez Cascos le reproch¨® que tenga "un extraordinario celo en controlar las actividades de la oposici¨®n": "Est¨¢ pregunt¨¢ndome por mis actividades como portavoz de la Comisi¨®n de Interior y como secretario general del partido en la oposici¨®n". Naturalmente nadie le quiere preguntar por tales cosas, sino por las reuniones que mantuvo "con determinadas personas no muy recomendables", seg¨²n Almeida, en diciembre de 1994.La diputada atac¨® duro e ironiz¨® al hablar del "portacoz del Gobierno", aunque rectific¨®, inmediatamente para llamarle portavoz y recordar c¨®mo ¨¦ste asegur¨® que ?lvarez Cascos ten¨ªa ganas de ir a la C¨¢mara pero Almeida piensa que es "un desprecio" y una '"falta de respeto" comparecer ante la Comisi¨®n Constitucional y no ante el pleno.

El vicepresidente se defendi¨® diciendo que ¨¦l es respetuoso con las decisiones del Congreso y concluy¨® recriminando a la oposici¨®n por no formular correctamente sus preguntas de modo que tengan que ser rechazadas por la Mesa del Congreso. Pese a sus condiciones f¨ªsicas, ?lvarez Cascos tuvo fuerzas para concluir recomendando a la oposici¨®n que formule bien sus preguntas y record¨¢ndoles que "si al abad se le pregunta si se puede rezar mientras se fuma, dir¨¢ que s¨ª; si le pregunta si se puede fumar mientras se reza, dir¨¢ que no".Madrid C. V.