"La escasez de escuelas de m¨²sica es un problema enorme"
Las 24 horas del d¨ªa se le pasan en un suspiro a Alicia D¨ªaz de la Fuente, persona activa e inquieta como se encuentran pocas. Esta madrile?a de 30 a?os se levanta con las primeras luces de la ma?ana para avanzar en su obra m¨¢s relevante, la que le ha encargado el Instituto Nacional de las Artes Esc¨¦nicas y de la M¨²sica (INAEM) con ocasi¨®n de su cuarto premio de composici¨®n musical. En enero, cuando la concluya, le espera el estreno en Par¨ªs ("la capital de la m¨²sica, tal vez")y en Espa?a, su consagraci¨®n como autora tras partituras como Seis piezas para quinteto o M¨²sica del agua. Por las tardes detiene su fren¨¦tico que hacer art¨ªstico para acudir al conservatorio profesional Joaqu¨ªn Turina, en Tetu¨¢n, donde ense?a armon¨ªa, an¨¢lisis y composici¨®n a sus 20 alumnos. Se siente m¨¢s creadora que pedagoga, pero confiesa: "Resulta apasionante despertar la riqueza que atesoran los alumnos dentro de s¨ª".Pregunta. ?C¨®mo ha logrado concentrarse en la composici¨®n en una capital tan alocada y bulliciosa como ¨¦sta?
Respuesta. He tenido que adaptarme, s¨ª, porque el ideal de cualquier creador es vivir en un lugar apartado, tranquilo, y a Madrid le sobra velocidad. Tengo asumido ese inconveniente y procuro aprovecharme de la oferta cultural que brinda la gran ciudad.
P. Usted debe ser de esos autores a los que la inspiraci¨®n les sorprende al tajo...
R. S¨ª, eso lo dijo Picasso, y me gusta, porque confiar en eso de la arrebatada inspiraci¨®n rom¨¢ntica se me antoja un poco peligroso. Pero yo soy met¨®dica, sobre todo en la autocr¨ªtica: el est¨ªmulo lo encuentro en el desafio de cada nueva obra, en el aprendizaje de los errores pasados.
P. ?Ya ha encontrado t¨ªtulo para la obra en la que est¨¢ trabajando?
R. No, y confieso que hablar de algo que a¨²n se est¨¢ gestando me produce una cierta sensaci¨®n de pudor.
P. Pero tambi¨¦n debe percibirse algo parecido al pudor a la hora del estreno...
R. Es verdad. A veces, escuchando mi m¨²sica desde el patio de butacas, he sentido como si me desnudara ante el p¨²blico: en cada nota se desliza algo de tu personalidad.
P. Como creadora y docente, ?no recela al transmitir sus secretos a los alumnos?
R. Al rev¨¦s, me encanta entregar lo que llevo dentro como algo vivo. Y convencer a los alumnos de que s¨®lo merece la pena dedicarse al arte si nos permite vivir en plenitud.
P. ?Son suficientes los conservatorios y escuelas de m¨²sica que hay en Madrid?
R. No, y la escasez de escuelas de m¨²sica es un problema enorme. En los conservatorios est¨¢n muy mezclados quienes sienten una clara vocaci¨®n por la m¨²sica y los que s¨®lo desean aprender unas nociones b¨¢sicas por pura afici¨®n. Mientras no reformemos esta situaci¨®n, la ense?anza musical no podr¨¢ ser del todo satisfactoria.
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