Menem no quiere perder la corona

"No, por favor... todos los d¨ªas hablando del mismo tema, me tiene un poco aburrido", suplica Eduardo Duhalde, sant¨®n del peronismo y gobernador de la provincia de Buenos Aires. La causa de tanto aburrimiento no es ni m¨¢s ni menos que la pretensi¨®n de su compa?ero de partido y presidente de la Rep¨²blica Argentina, Carlos Menem, de aspirar a un tercer mandato consecutivo en las elecciones de 1999, aunque la Constituci¨®n no le habilita para ello. La "re-reelecci¨®n" o la "re-re", seg¨²n el t¨¦rmino popularizado por la prensa, ha pasado a ser el tema que m¨¢s espacio ocupa en los medios argentinos.La cl¨¢usula transitoria novena de la Constituci¨®n impide un tercer mandato del presidente de la Rep¨²blica, pero los dise?adores de la estrategia reeleccionista, con el ex ministro de Justicia Rodolfo Barra a la cabeza, pretenden convencer a los argentinos de lo contrario. Arguyen que el actual es el primero y no el segundo mandato de Menem, ya que se trata de la primera legislatura Con la Constituci¨®n reformada en 1994.

Los menemistas piden que se pronuncie la Corte Suprema, donde los jueces fieles al presidente son clara mayor¨ªa, y barajan la posibilidad de "reglamentar en el Parlamento controlado por los peronistas la cl¨¢usula en cuesti¨®n.

Menem calla. No ha dicho p¨²blica y abiertamente que quiere volver a ser candidato, pero mueve h¨¢bilmente sus peones. Deja que sus seguidores y adversarios se enzarcen en pol¨¦micas sin fin, y que el debate suba de tono. Duhalde, con eternas aspiraciones presidenciales, afirma que "cuando se presiona a la Corte para que se pronuncie [por la reelecci¨®n], lo que se hace es presionarla para que viole la Constituci¨®n. Y eso se llama golpismo". Graciela Fern¨¢ndez Meijide, precandidata presidencial de la Alianza opositora, amenaza con un juicio pol¨ªtico a la Corte Suprema y no descarta recurrir a tribunales internacionales si la justicia argentina permite que Menem pueda presentarse de nuevo ante las urnas. Y le compara con Alberto Fujimori, que impuso por la v¨ªa judicial la posibilidad de ser reelegido por tercera vez en Per¨². El ex presidente (radical) Ra¨²l Alfons¨ªn ha llegado a pedir la resistencia civil.

Unos y otros constatan la realidad de la pol¨ªtica argentina: "Menem est¨¢ en el centro de la cancha". Dicho de otro modo, se mantiene en el centro de atenci¨®n. La pol¨¦mica sobre una eventual re-reelecci¨®n ha pasado por encima de los grandes asuntos pol¨ªticos y condiciona sobremanera el margen de actuaci¨®n de los potenciales candidatos del propio Partido Justicialista (PJ) y de la oposici¨®n. Menem mantiene el poder, que no es poco. Puesta en solfa, la infanter¨ªa menemista es avasalladora: tiene el Senado, la Corte Suprema, la mayor¨ªa de diputados, los sindicatos, excelentes relaciones con el establishment, tiene de su lado el principal grupo de comunicaci¨®n (CEI, City Equity Investment), y dos tercios de las gobernaciones provinciales. Enfrente, la Alianza exhibe contradicciones internas y tiene poco poder institucional.

La oposici¨®n hace ruido, pero no consigue presentar un programa claro. La Alianza ha iniciado una campa?a -"Por un pais serio, basta Menem"_ contra un tercer mandato del presidente y convoc¨® para el mi¨¦rcoles pasado una sesi¨®n especial conjunta de la C¨¢mara de Diputados y el Senado con el fin de aprobar un proyecto de declaraci¨®n que rechaza cualquier interpretaci¨®n jur¨ªdica contraria al esp¨ªritu de la Constituci¨®n. A ¨²ltima hora, el PJ hizo naufragar la sesi¨®n.

El ¨²ltimo en incorporarse a la controversia ha sido el propio vicepresidente Carlos Ruckauf, quien declar¨® que "la Corte Suprema de Justicia no tiene ning¨²n fundamento jur¨ªdico" para habilitar un tercer mandato del jefe del Estado.

El viejo lema Despu¨¦s de m¨ª el caos es el mensaje impl¨ªcito que tratan de difundir los m¨¢s fieles menemistas, que se aferran a "la obra" del presidente y a la transformaci¨®n de Argentina en los ¨²ltimos ocho a?os, para justificar la necesidad" de un tercer mandato. Carlos Escud¨¦, consejero del ministro de Exteriores, Guido Di Tella, ha dado un buen ejemplo de ello con la reciente, publicaci¨®n de un dec¨¢logo de razones en favor de la re-reelecci¨®n: "Si no reconozco que este Gobierno reconstruy¨® todo lo que Per¨®n destruy¨®, soy un ignorante o un inescrupuloso", dice, por ejemplo. Y concluye de esta manera: "Menem: un imperativo categ¨®rico".