La orograf¨ªa, la situaci¨®n y el Medit¨¦rraneo dificultan las predicciones del tiempo en Espa?a
Su situaci¨®n geogr¨¢fica, la complejidad de su orograf¨ªa y la influencia del mar Mediterr¨¢neo lastran las previsiones del tiempo en Espa?a en comparaci¨®n con otros pa¨ªses, afirma ?ngel Rivera, el jefe del ¨¢rea de predicciones del Instituto Nacional Meteorol¨®gico, (INM). Eso contribuye, alega, a que, por ejemplo, la lluvia pronosticada para un ¨¢rea se adelante o, como en el caso de Cantabria el domingo pasado, se retrase unas horas y d¨¦ pie a las cr¨ªticas. En definitiva, el INM mantiene que los chubascos predominar¨¢n en los pr¨®ximos d¨ªas en el tercio norte peninsular.
"La meteorolog¨ªa no es una ciencia exacta. Y en primavera, cuando las condiciones atmosf¨¦ricas son muy cambiantes, menos". A ?ngel Rivera no le sonroja reconocerlo. Con lo que no est¨¢ de acuerdo es con el aluvi¨®n de cr¨ªticas contra el INM.En concreto, los hosteleros c¨¢ntabros y los asturianos, secundados por los aragoneses y los madrile?os, est¨¢n acusando a los meteor¨®logos de "jugar con dinero ajeno" por las reservas que, aducen, les han sido canceladas debido a "err¨®neas" malas predicciones para sus zonas. Ayer mismo, el presidente de los de Sanxenxo (Pontevedra), David Caram¨¦s, ironiz¨® con que en lo sucesivo recurrir¨¢ "a un notario" para que d¨¦ fe del tiempo que hace. A su vez, el de la Federaci¨®n de Agencias de Viajes, Jes¨²s Mart¨ªnez, equipar¨® despectivamente los pron¨®sticos con los de un popular vidente televisivo.
Sin embargo, Rivera insiste en que el INM lo hace lo mejor que puede, en funci¨®n de las circunstancias, y con los m¨¦todos m¨¢s modernos. La primera referencia, explica, es la que parte del Centro Europeo de Predicci¨®n, en Reading, cerca de Londres. Por medio de estaciones terrestres, navales y ¨¢reas, incluidos los sat¨¦lites, ¨¦ste establece peri¨®dicamente un an¨¢lisis atmosf¨¦rico de todo el globo terr¨¢queo, una especie de foto fija de las diferentes variables (temperatura, presi¨®n, viento, humedad ... ) por rejillas de 40 o 50 kil¨®metros, en horizontal, y de m¨¢s de 30 niveles, en vertical. Despu¨¦s, a trav¨¦s de diversos procesos inform¨¢ticos, se prev¨¦ su evoluci¨®n a corto plazo (entre 24 y 36 horas), a medio (cuatro o cinco d¨ªas) y largo (de seis a diez, el m¨¢ximo). La fiabilidad de los c¨¢lculos decrece, como es l¨®gico, a medida que el margen se alarga.
Cada pa¨ªs, contin¨²a Rivera, aplica luego sus propios modelos (el INM, el espa?ol, el alem¨¢n y el brit¨¢nico) y realiza en sus ordenadores sus diagnosis. En el caso del INM se aplican hasta 50 hipot¨¦ticas perturbaciones posibles a los datos de que se dispone. Si los resultados coinciden de forma mayoritaria, la fiabilidad se considera grande; si no, peque?a.
La teor¨ªa parece clara. ?Qu¨¦ ocurre, entonces, en la pr¨¢ctica para que en Espa?a se produzcan ocasionalmente errores? Rivera resume la problem¨¢tica respuesta en tres factores claves.
El primero es "la situaci¨®n geogr¨¢fica de la Pen¨ªnsula", que, en s¨ª misma, supone "una meteorolog¨ªa compleja" por las frecuentes interacciones de corrientes ¨¢reas polares y subtropicales, las cuales originan a veces fen¨®menos violentos como el de la gota fr¨ªa, cuya evoluci¨®n no es tan predecible como, por ejemplo, el de las sistem¨¢ticas borrascas brit¨¢nicas, Adem¨¢s, los medios t¨¦cnicos que controlan este ¨¢rea son menores a los del Atl¨¢ntico Norte por razones comerciales o de desarrollo (los del continente africano, de los que se depende mucho, son inferiores).
El segundo alude a "la complejidad orogr¨¢fica del territorio", que, con tantos valles y monta?as, crea "m¨²ltiples microclimas".
El tercero es "el mar Mediterr¨¢neo", que constituye "una fuente de energ¨ªa de gran magnitud" y propicia fen¨®menos "muy potentes".
A pesar de los condicionantes negativos, concluye Rivera, el INM seguir¨¢ haciendo previsiones a largo plazo porque la sociedad, como en Semana Santa, las exige. En este sentido, se prev¨¦ es que hasta el s¨¢bado se mantengan los chubascos en el tercio norte pen¨ªnsular. Eso s¨ª, Protecci¨®n Civil levant¨® ayer su alarma de fuertes vientos en la cornisa cant¨¢brica.
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