Talento para avanzar

Este es un ballet de c¨¢mara que elude su formato natural, y es as¨ª que en los dos montajes que componen el programa hay una cierta ampulosidad que tambi¨¦n parece ambici¨®n por demostrar esa voluntad renovadora, urgente, atrevida, que caracteriza para bien el trabajo de Carlos Rodr¨ªguez y Angel Rojas, dos bailarines de talento que arman sus primeras coreograf¨ªas de manera muy distinta. Rodr¨ªguez hacia afuera, agresivo, lanzado al ruedo de la transgresi¨®n a toda costa; Rojas, por su parte, m¨¢s intimista -que no conservador- atendiendo con mimo los movimientos grupales y arropado por un excelente trabajo de vestuario de Paloma G¨®mez, sobrios trajes al servicio de lo bailable. El tema de Angel Rojas es doloroso, relvindicativo de esa zona sentimental de la danza espa?ola, mientras Carlos Rodr¨ªguez sue?a en una pista ultramoderna, ecl¨¦ctica y golpeante.Sangre se inspira en una trama de tensiones y cuadros sugerentes, que no argumentos. Un descabello o espada de Damocles pesa sobre la escena y reaparece en la ropa (desacertada de color y dibujo, ca¨®tica, sin justificaci¨®n); la m¨²sica de Maesso tampoco ayuda, gratuitamente atronadora, roza lo vulgar, es t¨¦cnicamente pobre y lo que se salva del trabajo de baile es por la voluntad geometrizante de core¨®grafo, que logra momentos de gran efectividad, como el tr¨ªo inicial, el paso a dos o su solo. Fue un respiro la voz de El Londro.

En Todav¨ªa... destaca Jos¨¦ Merino en su aparici¨®n inicial, actuando con convicci¨®n y demostrando nuevos registros en su ya demostrada versatilidad. La larga y sostenida variaci¨®n de Rojas, apoyada en el tac¨®n y el giro, fue brillante y el momento m¨¢s emocionante de la velada. La t¨¦cnica depurada es otra de las bazas de la compa?¨ªa de nueve elementos. Mencionemos tambi¨¦n a Natalia Ferr¨¢ndiz y al delf¨ªn del grupo, David S¨¢nchez, que promete much¨ªsimo.

Hay acumulaci¨®n de material cor¨¦utico, casi excesivo, en estas creaciones. Le pasa a todos los core¨®grafos noveles. La est¨¦tica va hacia un neotenebrismo garantizado por las luces cenitales y los contrastes. La evoluci¨®n de los artistas es palpable, van hacia delante, lo hacen en serio. Saben lo que quieren, y la danza esc¨¦nica espa?ola necesita como agua de mayo de este tipo de talentos.