La piel de oso y el s¨ªndrome de Dr¨¢cula

El Borussia Dortinund, el rival del Real Madrid el mi¨¦rcoles en la Liga de Campeones, se encuentra en un estado de forma y juego lamentable y adem¨¢s tendr¨¢ que remontar un 2-0 en contra del partido de ida. No obstante, la tradici¨®n ense?a que el Madrid cometer¨ªa un tremendo error si vende la piel antes de cazar el oso.Los equipos alemanes son como el conde Dr¨¢cula, quien, incluso difunto y enterrado, pod¨ªa resucitar y meterle el colmillo en el cuello del despistado de turno. El Dortmund responde a est¨¢s caracter¨ªsticas de equipo inasequible al desaliento, que no se da nunca por vencido. El pasado jueves el Dortmund jug¨® un partido bochornoso en Kaiserslautem, ante el todav¨ªa l¨ªder de la Bundesliga, pero ese juego penoso le bast¨® para conseguir un injusto 1-1.

En teor¨ªa, el Dortinund, no tiene nada que hacer contra el Madrid, pero cuenta con algunas bazas importantes. El ya mencionado sindrome Dr¨¢cula es una de ellas y nada desde?able. El mismo Madrid lo ha sufrido en carne propia en pasados enfrentamientos con equipos alemanes.

La segunda baza del Dortmund ser¨¢ el miedo esc¨¦nico, que en el partido de vuelta juega a su favor. El Westfalenstadion es un campo de f¨²tbol de estilo ingl¨¦s, que no tiene nada que ver con los estadios t¨ªpicos de Alemania, donde las pistas de aletismo separan al p¨²blico de la pradera y en los que el tart¨¢n act¨²a como mitigador de los rugidos del p¨²blico. En Dortmund unos fan¨¢ticos vociferantes convierten. el campo de f¨²tbol en una aut¨¦ntica caldera del diablo. Enardecidos por los incidentes de la porter¨ªa en el partido de ida, los hinchas del Dortmund tratar¨¢n de empujar a los suyos hacia la meta del Madrid.

La tercera baza del Dortmund ser¨¢ la recuperaci¨®n de sus lesionados, que no pudieron jugar en el partido de Madrid, donde salt¨® al campo sin su libero internacional austr¨ªaco Feiersinger y cuatro internacionales alemanes indiscutibles. El libero titular Sammer, elegido mejor futbolista de Europa en 1996, seguir¨¢ sin jugar y quiz¨¢ sea ya un inv¨¢lido futbol¨ªstico. No obstante, el Dortmund recupera a Feiersinger, ausente por sanci¨®n en el partido de ida. El central Kohler, mejor futbolista alem¨¢n 1997 baja en Madrid por lesi¨®n, ya jug¨® el jueves y se pegar¨¢ como una lapa a uno de los delanteros en punta madridistas. Tendr¨¢ el Dortmund la desventaja de la baja por sanci¨®n del internacional brasile?o Julio C¨¦sar. La posible reaparici¨®n del carrilero izquierdo Heinrich ser¨ªa un factor desequilibrante, por su velocidad, capacidad goleadora, manejo de las dos piernas y buen juego de cabeza.

En el centro del campo, el Dortmund afronta el problema de sustituir al eficaz escudero Freund, baja por sanci¨®n, a quien sutituir¨¢ tal vez el veterano capit¨¢n Zorc o el joven Ricken. En cambio, contar¨¢ de nuevo el Dortmund con Andy M¨®eller, la figura del equipo. Con el viento a favor, M¨®ller es capaz de desarticular al contrario, a base de cambios de ritmo y genialidades, aunque su debilidad ps¨ªquica y falta de car¨¢cter le hayan impedido llegar a ser un fen¨®meno futbol¨ªstico. En la delantera, registra el Dortmund las bajas del sancionado Herrlich y del holand¨¦s Dechiever, lesionado, que estaban llamados a acompa?ar al internacional suizo Chapuisat.

La presi¨®n sobre la defensa del Madrid puede ser tremenda y el dominio del juego a¨¦reo por parte del Dortmund un peligro permanente. Los antecedentes recientes de equipos espa?oles en Dortmund registran un equilibrio. En 1994, el Deportivo de La Coru?a vio c¨®mo el 1 -0 de la ida no bastaba y, en la pr¨®rroga en Dortmund, ,el adolescente Ricken le meti¨® el 3-1 que decidi¨® la eliminatoria. En la pasada Liga de Campeones, el Atl¨¦tico de Madrid perdi¨® 0-1 en el Manzanares y gan¨® 1-2 en el Westfalenstadion.