Nuevas responsabilidades

El acuerdo en Irlanda del Norte merece la calificaci¨®n de hist¨®rico. ( ... ) Madurez y valor y el horror de m¨¢s de 3.000 asesinatos forman la base del acuerdo del Viernes Santo en Belfast. Se necesit¨® del ejemplo de muchos individuos de ambas comunidades para plantear primero las negociaciones, y luego, una vez pasados 22 meses, el acuerdo. Los sondeos mostraban un apoyo m¨¢s firme al proceso que los cautos pol¨ªticos. Pero los l¨ªderes del Reino Unido e Irlanda y los representantes de Irlanda del Norte cumplieron con su misi¨®n. Clinton se identific¨® en¨¦rgicamente con las negociaciones. Su hombre, George Mitchell, realiz¨® prodigios de mediaci¨®n. ( ... ) El reto era preservar el viejo lazo pol¨ªtico de Irlanda del Norte con el Reino Unido, como insist¨ªa la mayor¨ªa protestante, mientras se constru¨ªa una nueva relaci¨®n con la Rep¨²blica de Irlanda, como pretend¨ªa la minor¨ªa cat¨®lica., ( ... ) Los protestantes est¨¢n cediendo un statu quo privilegiado y deben aceptar graves cambios e incertidumbre, especialmente respecto al futuro de la conexi¨®n brit¨¢nica de Irlanda del Norte. Los cat¨®licos ( ... ) ven cercano ( ... ) el desarme del IRA y deben aprender a vivir con una esperanza condicionada, no una promesa. incondicional, de una Irlanda unida. Se carga con graves responsabilidades a los norirlandeses, que deben cambiar la violencia por una nueva cultura pol¨ªtica. Merecen respeto y est¨ªmulo para emprender sus nuevas obligaciones., 13 de abril