Osos pardos espa?oles, garant¨ªa de pureza
Un estudio gen¨¦tico revela un parentesco directo de los aut¨®ctonos con los plantigrados de Escandinavia
Hasta la aplicaci¨®n a los osos de las t¨¦cnicas que utiliza la polic¨ªa cient¨ªfica para descubrir a los asesinos no se ha sabido que los espa?oles son familia directa de los escandinavos. Seg¨²n el primer estudio gen¨¦tico realizado a estos animales por Isabel Rey e Ignacio Doadrio, del Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid, los osos espa?oles no s¨®lo guardan un parentesco directo con sus hom¨®logos del otro extremo europeo. El estudio gen¨¦tico del ADN mitocondrial demuestra que son la ¨²nica poblaci¨®n pura entre las l¨ªneas evolutivas en Europa.Doadrio y Rey explican el extra?o parentesco de los osos espa?oles con los suecos -poseen una misma secuencia mitocondrial por v¨ªa materna- remiti¨¦ndose a las glaciaciones. La poblaci¨®n osera se refugi¨® en la pen¨ªnsula Ib¨¦rica y a medida que se produjo el deshielo fueron repoblando Europa hasta llegar a su extremo septentrional.
Entre ambos confines continentales, la civilizaci¨®n europea ha acabado con ellos. Ya s¨®lo quedan algunos ejemplares en las cadenas monta?osas de los Abruzzos, C¨¢rpatos y Balcanes y en Rusia, donde todav¨ªa sigue siendo una pieza cineg¨¦tica apreciada.
Pero siendo un modelo de pureza los que sobreviven en Espa?a, muestran una variabilidad gen¨¦tica no tan brillante debido a su escasa poblaci¨®n. Los estudios del laboratorio de biolog¨ªa de las poblaciones de altitud en Grenoble (Francia) sobre heces y pelos, en cuya recogida han colaborado los guardas forestales, ratifican trabajos anteriores de expertos, principalmente el Fondo Asturiano para la Protecci¨®n de los Animales Salvajes. (FAPAS) y Javier Naves, coautor con Guillermo Palomero, presidente de la Fundaci¨®n Oso Pardo de Cantabria, del libro El oso pardo en Espa?a (Icona).
Este excepcional animal est¨¢ en extinci¨®n. En los Pirineos apenas quedan cinco ejemplares y en la cordillera cant¨¢brica sobreviven unos 80 en dos poblaciones aisladas entre s¨ª. En la parte occidental -Somiedo (Asturias), Lugo y Le¨®n- se conserva la mejor poblaci¨®n, "los m¨¢s sanos geneticamente" seg¨²n Rey, pero al l¨ªmite, de lo que se considera viable para su subsistencia por su escaso n¨²mero. No llegan a 60.
Los de la parte oriental (Ria?o y la monta?a palentina) son muchos menos, 17 -siete hembras y 10 machos- Con una particularidad: son tan pocos que se han cruzado padres con hijos. Se ha elevado su consanguinidad y su endogamia al acumularse sus caracteres gen¨¦ticos negativos. Por ello, ha ca¨ªdo su fertilidad y ha crecido su vulnerabilidad ante cualquier agresi¨®n o agente infeccioso.
El trabajo gen¨¦tico se inici¨® en 1995 y ha sido cofinanciado por la UE en el proyecto LIFE Natura, las comunidades auton¨®micas con poblaciones de oso y el Ministerio de Medio Ambiente, que no hizo ninguna aportaci¨®n en 1997 por problemas presupuestarios.
En el reciente congreso internacional sobre el oso pardo en Cervera de Pisuerga (Palencia), los asistentes han valorado que para una efectiva recuperaci¨®n en Espa?a "es esencial que disminuya la tasa de mortalidad, que haya un crecimiento de ambas poblaciones (la oriental y la occidental en la cordillera cant¨¢brica) mediante la aplicaci¨®n de medidas que permitan contactar a las dos comunidades de osos y que puedan atravesar la autopista que los divide (A-66).
Otra soluci¨®n barajada en el congreso (desde Austria, Francia e Italia) propone el reforzamiento de la poblaci¨®n osera con "traslocaciones" de ejemplares desde donde abundan a donde est¨¢n en extinci¨®n. Se ha hecho
en Austria y en los Pirineos franceses con osos eslovenos. Desde el punto de vista t¨¦cnico se considera un ¨¦xito, aunque Ignacio Doadrio no lo ve procedente para Espa?a porque contaminar¨ªa :la pureza de la raza aut¨®ctona.
Seg¨²n Pierre Quenette, que ha hecho un seguimiento detallado de los tres osos eslovenos (Melba -fulminada por un cazador-, Pyros y Giva), el ¨¦xito se debe al despliegue informativo. Las autoridades locales galas han estado informadas de sus recorridos gracias a los microchips adosados. Pero ese despliegue no se traslad¨® al otro lado de la frontera, cuando los osos iban hacia Espa?a. Por esa falta de informaci¨®n, o por la descoordinaci¨®n con el equipo catal¨¢n que hac¨ªa el seguimiento, el caso es que los osos eslovenos no han gozado de simpat¨ªas al llegar al valle de Ar¨¢n. Todo lo contrario, en m¨¢s de una ocasi¨®n se les ha atribuido da?os que nunca provocaron.
La superaci¨®n del conflicto entre osos y hombre es uno de los temas planteados en el congreso. Sin el concurso del hombre -dicen- es imposible la recuperaci¨®n del oso. La poblaci¨®n urbana es la que mejor los acepta, y la animadversi¨®n de ganaderos y cazadores se basa en razones psicol¨®gicas. Mientras los osos caen v¨ªctimas del furtivismo casual, los da?os -,ocasionados por osos se limitan al destrozo de colmenas. Entre 1988 y 1994, la mayor parte de los 9,7 millones de pesetas en indemnizaciones por da?os tuvieron esa causa en Somiedo.
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