El presidente de la Duma dice que Kiriyenko ser¨¢ aceptado el viernes como primer ministro

Tal vez nunca se sepa con exactitud qu¨¦ dijo Bor¨ªs Yeltsin ayer al presidente de la Duma, el comunista Guennadi Selezniov, pero lo cierto es que ¨¦ste sali¨® del Kremlin convencido de que Sergu¨¦i Kiriyenko, propuesto por el presidente como primer ministro, ser¨¢ confirmado el viernes por la C¨¢mara baja del Parlamento. Su c¨¢lculo es que al menos 235 diputados (nueve m¨¢s de los necesarios) votar¨¢n por el ex banquero inexperto pol¨ªtico que Yeltsin se sac¨® de la chistera cuando destituy¨® el 23 de marzo a su jefe de Gobierno durante cinco a?os, V¨ªktor Chernomirdin.

El l¨ªder comunista, Guennadi Ziug¨¢nov, se encontraba ayer ausente de Mosc¨², adonde regresar¨¢ hoy, pero el n¨²mero dos del grupo, Valent¨ªn Kuptsov, cabeza del ala dura, se apresur¨® a declarar que la situaci¨®n no ha cambiado y que los diputados del principal partido de la oposici¨®n siguen comprometidos con la decisi¨®n del Comit¨¦ Central: rechazar a Kiriyenko.El propio Ziug¨¢nov ha defendido esta postura con una energ¨ªa inusitada en quien varias veces antes se volvi¨® atr¨¢s cuando Yeltsin le apret¨® las tuercas. Si ahora lo vuelve a hacer, quedar¨¢ al borde del rid¨ªculo.

El argumento de Selezniov es que "el destino de la Duma es mil veces m¨¢s importante que el de Kiriyenko" y que el fiel de la balanza est¨¢ desequilibrado en esta crisis: "En un lado est¨¢ Kiriyenko, y en el otro, el conjunto de la Asamblea legislativa, ya que, despu¨¦s de disolverse la Duma, la C¨¢mara alta tambi¨¦n cesar¨ªa en la pr¨¢ctica de trabajar".

Selezniov intent¨® salvar la cara aclarando que su pron¨®stico no supone un voto en blanco para Kiriyenko, a quien prometi¨® un futuro borrascoso. "Al contrario que la Duma", se?al¨®, "que tiene inmunidad, el Gobierno no la tiene, y podemos suscitar la cuesti¨®n de no confianza en el plazo de un mes". Aparentemente, la amenaza de Yeltsin de disolver la Duma si ¨¦sta rechaza por tres veces a Kiriyenko ha sido decisiva para convencer a Selezniov. Pero no se entiende f¨¢cilmente. Primero, porque ¨¦sa ha sido desde el principio la gran baza del presidente. Y segundo, porque los comunistas y los otros grupos de oposici¨®n se han hartado de repetir que no les asusta la perspectiva ni su consecuencia inmediata: el adelanto de las elecciones.

Las cuentas de Selezniov no salen, por el momento. Grigori YavIinski, l¨ªder del partido liberal Yavloko, se reafirm¨® tambi¨¦n ayer en que sus parlamentarios se opondr¨¢n a Kiriyenko, y cabe suponer que la mayor¨ªa de los diputados agrarios y del Poder Popular, aliados de los comunistas, no dejar¨¢n a ¨¦stos solos, al menos declaradamente. Incluso el ultranacionalista VIad¨ªmir Zhirinovski, irritado porque no le ofrecen dos ministerios, est¨¢ por ahora en la misma l¨ªnea.

Pero seguro que el presidente de la Duma no ha hablado a humo de pajas y que, si cuenta con que Kiriyenko lograr¨¢ al menos 235 votos, ser¨¢ por algo.

Puede que d¨¦ ya por hecho que la gente de Zhirinovski, como otras veces, terminar¨¢ vendi¨¦ndose por un plato de lentejas. Y puede que, sobre todo, pronostique deserciones masivas de la disciplina de voto en otros grupos bajo el amparo del secreto. Ya el pasado viernes, Kiriyenko obtuvo 143 sufragios cuando ning¨²n c¨¢lculo previo le conced¨ªa m¨¢s de 80.

Las cartas del presidente