Pellizco de monja

Hermanas, el programa m¨¢s visto del lunes, con 4.644.000 espectadores y una cuota de pantalla del 27,3%, es un espacio bienintencionado, con despliegue de actrices y un convento-c¨®ctel que acoge una variedad de situaciones que, a juicio de los guionistas, pueden caracterizar al monjer¨ªo moderno: del compromiso en Centroam¨¦rica o el trabajo con una ONG al ?Ave Mar¨ªa Pur¨ªsima! si se habla de un hombre que va "por ah¨ª con todo al aire"; y de la religiosa jugando al f¨²tbol con los ni?os desasistidos que cuela una compa?era en el convento al toquecito pill¨ªn de la monja que dice que se le va a "soltar la barriga" y rechaza una infusi¨®n de abedules que quiere darle la hermana boticaria (Anabel Alonso) para solucionar su malestar con el menos ingenuo licor de sor Felicitas.Monjas alegres y saltarinas -excepto la administradora, la hermana Asunci¨®n (Amparo Valle), que tiene un punto aguafiestas-, dicharacheras y juguetonas, que se mueren de miedo porque ven un rat¨®n -y ah¨ª llega a salvarlas el cura cazador, interpretado por Jos¨¦ Mar¨ªa Caffarell, que dice haber sido "una de las primeras escopetas de la di¨®cesis" y quiere usar el arma para acabar con el roedor-, pero que pretenden estar en el mundo. Alguna, como la novicia Consuelo (M¨®nica Molina), va todos los d¨ªas a la Universidad y se lamenta de su progenitor ateo que pone pegas a su vocaci¨®n con este apunte geoideol¨®gico: "Mi padre es que no cree en nada, y menos desde que cay¨® el muro de Berl¨ªn".

Hallazgo absoluto la fundadora, madre Consolaci¨®n, fallecida hace 120 a?os, quiz¨¢ porque Chus Lampreave es siempre un as en la manga, sea como testigo de Jehov¨¢ con Almod¨®var o como reverenda en esta serie que dirige Enric Banqu¨¦. La madre Consolaci¨®n se aparece continuamente a la seria hermana Asunci¨®n, va de moderna -"donde est¨¦ el siglo XX, que se quite el XVIII"- y se priva viendo el chocolate: "?Qu¨¦ lata esto de ser tan incorp¨®rea! No se puede dar una ni un capricho".

Menci¨®n aparte merece el look de las protagonistas de la serie: desde la cocinera, hermana Soledad (Karola Escarola), monja con flequillo, o la falda con rajita de la comprometida hermana ?ngela (?ngela Molina), a los pijamas con flores y corazoncitos, realmente alejados de la sobria l¨ªnea reverenda que se ve en los escaparates de las tiendas especializadas.

Hermanas entretiene, ofrece un respetable plantel de actrices -muy en su papel la madre superiora, Pilar Bardem- y no se pasa de avemar¨ªas. Otra cosa es que sus monjas tengan un algo de infantil y colegial, de trastadas y jugueteo a espaldas de la superiora, y de comportamientos y situaciones que a veces amagan m¨¢s que dan. Un monjer¨ªo de pellizco de monja.