La pesadilla de los campos de exterminio
El balance del r¨¦gimen de terror impuesto por Pol Pot y los jemeres rojos a los camboyanos entre 1975 y 1979 ha sido estimado en los ¨²ltimos a?os en casi dos millones de muertos, lo cual representa un cuarto de la poblaci¨®n del pa¨ªs, transformado en campo de exterminio. Casi veinte a?os despu¨¦s de la ca¨ªda de los polpotistas, a¨²n es dif¨ªcil calcular el n¨²mero de personas que fueron ejecutadas de manera sumaria o que sucumbieron de agotamiento por el trabajo o las marchas forzadas, de enfermedad en los t¨¦tricos campos de la muerte plasmados en la pel¨ªcula Los gritos del silencio, de Roland Joffe, en 1984.
Actualmente, en Phnom Penh es pr¨¢cticamente imposible encontrar un adulto que durante la ¨¦poca de terror no haya perdido a varios miembros de su familia. El propio rey Norodom Silianuk perdi¨® a 14 miembros de su familia entre hijos y nietos, todos muertos en condiciones terribles. La tragedia fue revelada por los refugiados que consiguieron huir de las matanzas desde comienzos del oto?o de 1975, es decir, seis meses despu¨¦s de la toma de Phnom Penh por los jemeres. Al llegar al poder, los nuevos dirigentes, portadores de una utop¨ªa agraria demencial, obligaron a m¨¢s de dos millones de habitantes de Phnom Penh, incluidos ancianos, inv¨¢lidos y ni?os, a abandonar la ciudad para dedicarse al trabajo del campo. Trabajando hasta el l¨ªmite de sus fuerzas y sometidos a desplazamientos agotadores, los camboyanos, subalimentados y viviendo en condiciones sanitarias desastrosas, murieron por miles. Intelectuales, religiosos, colaboradores del antiguo r¨¦gimen fueron eliminados masivamente. El principio de la matanza fue definido en julio de 1976 y su ejecuci¨®n lleg¨® al cl¨ªmax en 1977 y 1978. " Yo personalmente particip¨¦ en la ejecuci¨®n de 5.000 personas", confiesa Chong Bo, un antiguo guerrillero refugiado en Francia en 1976. "Fueron muertos a golpes de pico en la cabeza". Otro joven jemer, Nuon Sary, que ten¨ªa 16 a?os en 1978, declara haber colaborado en la matanza de 10.000 compatriotas acusados de ser provietnamitas. "Me beb¨ª un gran vaso de alcohol mezclado con h¨ªgado humano y despu¨¦s me dediqu¨¦ a disparar durante todo el d¨ªa", confesaba un a?o despu¨¦s. Una de los reliquias m¨¢s macabras de la ¨¦poca es la prisi¨®n de TuoL Sleng, en Phnom Penh, actualmente convertida en "museo del genocidio", donde fueron interrogados y torturados, entre 1976 y 1978, de 14.000 a 20.000 "contrarrevolucionarios" antes de ser ejecutados en un campo adyacente. S¨®lo siete detenidos sobrevivieron del Centro de Interrogatorios S-21, nombre que se le daba a Tuol Sleng.
Los instrumentos de tortura tambi¨¦n est¨¢n expuestos: porras, electrodos, tubos de caucho, alambres, varillas de bamb¨². Las fotos terribles muestran los resultados del uso de dichos instrumentos.
Estas atrocidades siguen estando impunes. En el denominado Proceso de Phnom Penh, organizado por el r¨¦gimen provietnamita en 1979, Pol Pot, n¨²mero uno del r¨¦gimen jemer rojo y su colaborador directo, leng Sary, fueron condenados a muerte en rebeld¨ªa "por actos criminales con intenci¨®n de cometer un genocidio", sentencia que no tuvo ejecucion.
En julio de 1997, Pol Pot fue condenado a muerte" por "traici¨®n" por sus lugartenientes en un proceso en Anlong Veng, ¨²ltimo basti¨®n jemer en el norte de Camboya, que hace poco cay¨® en manos de las fuerzas gubernamentales. Seg¨²n los observadores, ese proceso estaba destinado sobre todo a tratar de blanquear a los jemeres rojos para intentar reintegrarse a la pol¨ªtica camboyana.
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