Hablar de Las Hurdes

"PUES QUE Las Hurdes est¨¢n de moda", como escribiera Miguel de Unamuno en 1922, "volvamos a hablar de Las Hurdes". Para bien. La visita oficial de los reyes don Juan Carlos y do?a Sof¨ªa a esa comarca cacere?a habr¨¢ servido para poner fin a una leyenda negra que echaba sus ra¨ªces en una realidad pavorosa, con la que entr¨® en contacto Alfonso XIII en un famoso viaje realizado en junio de aquel 1922. Casi 76 a?os despu¨¦s, la presencia de su nieto en aquellas tierras ha servido para poner de relieve c¨®mo el cambio de Las Hurdes ha sido tambi¨¦n espejo del cambio de Espa?a. Alfonso XIII, como tantos espa?oles, qued¨® at¨®nito al descubrir el atraso de esa comarca que, tras el informe del doctor Mara?¨®n -que la hab¨ªa visitado tinos meses antes- y del viaje del monarca, se convirti¨® en arquetipo del atraso en una Espa?a de por s¨ª atrasada. "En Rubiaco, cuando la gripe, creyeron que era el fin del mundo y mataron las cabras y se las comieron: y mejoraron todos", escribi¨® el m¨¦dico escritor, que puso al descubierto brutales carencias en materia sanitaria con una amplia extensi¨®n del bocio y del paludismo, entre otras enfermedades. Alfonso XIII tuvo que atravesar muchos trechos a pie o en mula. Ahora, don Juan Carlos ha inaugurado de una vez cuatro presas de abastecimiento de agua para la zona por un sistema telem¨¢tico y con sincronizaci¨®n de im¨¢genes v¨ªa sat¨¦lite. Todo un s¨ªmbolo del cambio de una comarca que dispone ya de su propia p¨¢gina web en Internet. Las carencias principales de Las Hurdes estaban, como resumi¨® Mara?¨®n, en la sanidad, educaci¨®n e infraestructuras. En las tres, el cambio ha sido espectacular. Las Hurdes, como ha indicado el presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodr¨ªguez Ibarra, han vuelto a la normalidad -que no significa la falta de problemas- de Espa?a: hoy se vive mejor en Las Hurdes de lo que el espa?ol medio viv¨ªa en 1922. Las Hurdes son parte de esa Extremadura cuya econom¨ªa, y cuya renta familiar disponible, crece m¨¢s que la media espa?ola, aunque parta de m¨¢s atr¨¢s y le quede mucho camino que recorrer para colmar el retraso acumulado. El viaje de los Reyes debe servir para perseverar en la construcci¨®n de una Espa?a en la que las diferencias entre regiones no se agranden, sino que se reduzcan. La visita a Las Hurdes constituye un homenaje del jefe de este Estado democr¨¢tico a muchas otras comarcas que han luchado para salir de su atraso. Las Hurdes han dejado no s¨®lo de ser una terrible realidad, sino de servir como met¨¢fora del primitivismo en Espa?a. Quiz¨¢s dejen, as¨ª, de estar de moda. Afortunadamente, se dir¨¢n los hurdanos.