Giovanni desatasc¨® a los suyos

Poca amplitud. El Barcelona siempre lo intent¨® por el centro, justo por donde m¨¢s hombres acumul¨® el Zaragoza. El poco peligro que cre¨® le lleg¨® de algunos saques de esquina y faltas. La creatividad individual tampoco apareci¨® ante el atasco colectivo. Los desmarques siempre fueron de apoyo hacia el bal¨®n y nunca en profundidad.Muchos centrocampistas. El Zaragoza empez¨® con la defensa adelantada presionando m¨¢s arriba. Llen¨® el centro del campo de jugadores para impedir que el Barcelona maniobrase con comodidad. Las p¨¦rdidas de bal¨®n en su propio campo le obligaron a retrasar las posiciones para defender. Sin embargo, encontr¨® m¨¢s espacios para salir y consigui¨® llegar con m¨¢s peligro.

Sin claridad. En el comienzo del segundo tiempo el Barcelona perdi¨® orden. Se ampliaron las distancias entre sus l¨ªneas y tuvo m¨¢s dificultades para recuperar el bal¨®n. Con los minutos, presion¨® m¨¢s arriba y de forma m¨¢s sincronizada.

Mejor juego. Con el acierto en el pase, el Zaragoza gan¨® en aplomo. Cuando mejor estaba jugando, una tard¨ªa presi¨®n y un error en el marcaje le costaron el partido.

La individualidad. En un bal¨®n a la olla, Giovanni desatasc¨® lo que parec¨ªa imposible. El Barcelona volvi¨® a ganar gracias a la inspiraci¨®n individual. Por ocasiones y dominio no lo mereci¨®. Tras el gol le llegaron las mejores oportunidades. El empuje del Zaragoza puso en peligro la victoria. Hasta el final, muy nervioso, se dedic¨® a dejar pasar el tiempo. Enhorabuena.