Guerra de filtraciones o caza de fantasmas
Para los expertos en los servicios de informaci¨®n, lo verdaderamente sorprendente no es que un agente se deje la n¨®mina -u otro documento con su identidad real- durante una huida precipitada, sino que la prueba de cargo contin¨²e en el mismo sitio cuando se produce el registro judicial.?Quiz¨¢ no fue consciente el Cesid de los rastros dejados en el piso? ?No se le ocurri¨®, por si acaso, realizar una inspecci¨®n? ?Quiso hacerla y no pudo?
Desde que se descubrieron las escuchas el 31 de marzo por la ma?ana hasta que se hizo el registro judicial la tarde siguiente pasaron m¨¢s de 24 horas. Durante esa noche, con la denuncia ya presentada, el piso qued¨® bajo custodia de la Guardia Civil.
Tal vez en lo ocurrido durante ese tiempo est¨¦n las claves de la tensi¨®n posterior, que se manifest¨® en forma de acusaciones cruzadas de filtrar noticias a la prensa.
El director de la Guardia Civil, Santiago L¨®pez Valdivielso, coincidi¨® el pasado d¨ªa 2 en A Coru?a con el periodista que al d¨ªa siguiente firm¨® en El Mundo la noticia que atribu¨ªa al Cesid las escuchas descubiertas en la sede de HB. Desde el ministerio de Defensa se le se?al¨® con el dedo. En v¨ªsperas de que EL PA?S publicase que la juez hab¨ªa encontrado la n¨®mina de un agente en el piso, coincidi¨® tambi¨¦n -ahora en el Senado- con un redactor de este peri¨®dico. ?Sospechas confirmadas?
Pero Defensa tampoco qued¨® libre de suspicacias. Se le atribuyeron la mayor parte de las noticias publicadas por este diario, aunque alguna, comunicada con nota oficial en su momento, fue simult¨¢neamente desmentida.
El mutismo del Gobierno, que se limit¨® a anunciar la apertura de una investigaci¨®n interna cuando estall¨® la crisis sin ofrecer una respuesta pol¨ªtica al aluvi¨®n de cr¨ªticas, contribuy¨® a engordar los rumores sobre discrepancias reales e imaginarias.
Este episodio ha hecho aflorar la existencia de desconfianzas profundas entre ministerios, que multiplican la tensi¨®n en caso de crisis. Pero tambi¨¦n refleja un pobre concepto de la prensa. Si detr¨¢s de cada noticia hay una filtraci¨®n interesada, ?qu¨¦ queda del periodismo?
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