Como Jordi por su casa
La nueva propuesta de Tele 5 para las madrugadas del fin de semana ofrec¨ªa, a priori, buenas y malas noticias. Las malas eran que La Trinca andaba detr¨¢s de La noche por delante: con la cantidad de material radiactivo que los se?ores Cruz y Mainat han producido ¨²ltimamente, era l¨ªcito tener miedo a su nuevo invento. Las buenas eran que al frente del asunto estaba Jordi Gonz¨¢lez, un tipo que, no s¨®lo no saca de quicio a la audiencia, sino que se esmera por fabricar productos entretenidos y que se las apa?a muy bien para establecer complicidades con el espectador a horas en las que ¨¦ste deber¨ªa estar durmiendo. Caso curioso el del se?or Gonz¨¢lez. Tras unos a?os de ostracismo audiovisual, un programa nocturno en la televisi¨®n auton¨®mica catalana (Les mil i una) le desvel¨® como un h¨¢bil comunicador, simp¨¢tico y con sentido del humor, que se llevaba al p¨²blico de calle. En cuesti¨®n de semanas, se convirti¨® en el yerno favorito de Catalu?a (las se?oras mayores trasnochaban para ver su programa) y no tard¨® mucho en interpretar ese papel para toda Espa?a. ?Su principal habilidad? Convertir cualquie plat¨® en el sal¨®n de su casa y dedicarse a charlar con los invitados y el p¨²blico de manera natural y carente de artificios.
Eso es lo que hace ahora en La noche por delante, un programa que no descubre la p¨®lvora, pero que cumple bastante bien su objetivo de entretener al insomne. Aunque el plat¨®, una discoteca de Barcelona, es enorme, Gonz¨¢lez lo ha convertido tambi¨¦n en el sal¨®n de su casa, Y en ¨¦l recibe a gente como Bibiana Fern¨¢ndez, Vlad¨ªmir Cruz o Javier Gurruchaga. Cuando se cansa de estar sentado, se levanta y se cuela entre el p¨²blico, donde puede toparse con un delirante cronista social llamado Bor¨ªs que es, gracias a su dominio, consciente o inconsciente, de la autoparodia, un hallazgo. Luego vuelve a la mesa y escucha al senado de periodistas del coraz¨®n que ha reunido, o las reflexiones de la sex¨®loga de plantilla. Hasta el concurso de drag queens con que se cierra el programa se convierte, gracias al se?or Gonz¨¢lez, en una especie de reuni¨®n de t¨ªas solteras que comparten un t¨¦ con pastas mientras enjuician a los novios de sus sobrinitas.
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