Cuatro expulsados en el Racing-M¨¦rida

Ante un M¨¦rida hundido y desarbolado que termin¨® el encuentro con ocho jugadores, el Racing sum¨® su tercera victoria consecutiva. Todo transcurr¨ªa con normalidad, incluso con, cierta amenidad gracias a las acciones espectaculares Mono Montoya, hasta que estall¨® de forma inopinada un brote de violencia saldado con tres expulsiones, dos del cuadro visitante y uno del local. De repente, se entabl¨® un clima de animosidad entre los jugadores y se enfrentaron airadamente unos con otros.Lejos de generar buen f¨²tbol, el partido segreg¨® bajas pasiones. Menos mal que Montoya es un hombre que ama el espect¨¢culo, intenta y consigue regatear a un contrario en su propia ¨¢rea, deja libre la propia porter¨ªa y crea emoci¨®n a raudales. Sin Montoya en su papel circense, el partido hubiera sido tedioso.

Un gol temprano del ruso Bestchasnykh, a los cinco minutos de juego, oblig¨® al M¨¦rida a abrir sus l¨ªneas, circunstancia aprovechada por el cuadro de Yosu para jugar con m¨¢s espacios. Pese a la inseguridad de la defensa del M¨¦rida, el Racing se estrell¨® multitud de veces ante Montoya, que frustr¨® una tras otra todas las tentativas ofensivas protagonizadas por la delantera racinguista.

Lo mejor del partido, el golazo de Arp¨®n, fue celebrado con una fiesta en El Sardinero, a quien s¨®lo la falta de punter¨ªa racinguista le priv¨® de una goleada.