La llegada de 72 familias convierte a Las Mimbreras en el segundo gran gueto
El poblado de realojamiento de Las Mimbreras (Latina), situado en un p¨¢ramo junto al aer¨®dromo de Cuatro Vientos y a tres kil¨®metros del vecindario m¨¢s cercano, se convertir¨¢ hoy en el segundo mayor gueto de la ciudad, despu¨¦s del vallecano de La Rosilla. A las 50 familias que viv¨ªan en ¨¦l desde 1995 se suman otras 72 que a partir de hoy comenzar¨¢n a habitar las nuevas casas bajas que el Ayuntamiento ha construido en la barriada. Para finales de mes ser¨¢n 122 las familias que vivan en este erial sin comercios, escuelas ni paradas de autob¨²s, una cifra s¨®lo superada en La Rosilla, que, con sus 137 casas, es uno de los principales focos de marginaci¨®n y venta de droga de la ciudad. En el resto de los poblados de realojamiento de chabolistas madrile?os no hay m¨¢s de 96 familias.
Hoy ser¨¢n realojados en Las Mimbreras los habitantes de 29 chamizos del Cerro de la Mica (Latina). Con el derribo de estas casetas, que se efectuar¨¢ a lo largo del d¨ªa, s¨®lo quedar¨¢n 10 favelas en lo que, a comienzos de los ochenta, fue uno de los mayores poblados chabolistas de Madrid, con cerca de 300 chamizos.
Las 29 familias de Mica que hoy reciben una casa digna de alquiler, aunque aislada, en Las Mimbreras son las ¨²ltimas que a¨²n esperaban las viviendas prometidas por las instituciones en 1986, cuando se elabor¨® el censo de chabolistas. Las 10 que siguen en el Cerro no han sido todav¨ªa realojadas porque no estaban incluidas en el censo o porque, a pesar de estarlo, poseen casas en otras comunidades.
PASA A LA P?GINA 3
El poblado de Cerro Mica lleg¨® a tener m¨¢s de 300 chamizos
VIENE DE LA P?GINA 1La desaparici¨®n de todas las chabolas del Cerro Mica es necesaria para trazar el futuro parque de la Cu?a Verde Latina.
Este poblado, limitado por las calles de la Alhambra, V¨ªa Carpetana, Concejal Francisco Jos¨¦ Jim¨¦nez Mart¨ªn, Duquesa de Parcent y Cuart de Poblet, naci¨® hace unos veinte a?os en lo que eran tierras de pastoreo y campos de cereal. Al principio se trataba de un peque?o grupo de casas bajas y de chamizos, pero a comienzos de la d¨¦cada de los noventa contaba ya con 300 chabolas, las tres cuartas partes incluidas en las promesas de realojamiento formuladas en 1986 y el resto ajenas a ellas por haber sido levantadas despu¨¦s de esa fecha.
La mayor¨ªa de sus habitantes eran gitanos, muchos originarios de Extremadura. En los ¨²ltimos a?os se produjo una nueva oleada de chabolistas payos, hijos de familias realojadas en barrios de vivienda social colindantes como el de Ca?o Roto. El Cerro, dividido en siete n¨²cleos, ha contado con un equipo de educadores y trabajadores sociales.
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