Una ola de agua contaminada asedia Do?ana

La rotura de una presa que conten¨ªa cinco millones de metros c¨²bicos de agua ¨¢cida y cargada de metales pesados de las minas de Azn¨¢lc¨®llar (Sev¨ªlla) provoc¨® ayer un desastre ecol¨®gico de consecuencias a¨²n imprevisibles en el entorno de Do?ana (Sevilla y Huelva), y amenazaba contaminar el parque nacional (el meollo de Do?ana, la zona de mayor protecci¨®n). Una ola sucia con un frente de 500 metros, saturada de azufre, plomo, cobre, zinc, cadmio y otros metales, lo arras¨® todo a su paso por el cauce del r¨ªo Guadiamar -principal aporte de agua a las marismas del coto- y se desplazaba a media tarde, de ayer a un kil¨®metro por hora. Los trabajos se centraban anoche en la construcci¨®n de muros en el cauce del r¨ªo para impedir su entrada al parque nacional.

El vertido -que se produce cuando millones de aves se encuentran en pleno periodo de nidificaci¨®n- sucedi¨® a 40 kil¨®metros del inicio del preparque (zona de gran valor ecol¨®gico que precede al meollo de Do?ana). Hasta el comienzo del parque natural deb¨ªa recorrer 20 kil¨®metros m¨¢s. Y lo sigui¨® haciendo. El agua contaminada avanz¨® durante todo el d¨ªa de ayer por el r¨ªo, a gran velocidad en un principio para estabilizarse despu¨¦s en un kil¨®metro por hora. A las 22.30 de ayer, la ola sucia se hallaba a 2 kil¨®metros del meollo de Do?ana. Y le faltaban unos 13 kil¨®metros m¨¢s para desembocar en el Guadalquivir. Pero ya estaba casi frenada. Todo naci¨® en un corrimiento de tierras que origin¨® a las 03.30 de ayer un boquete de 50 metros en el muro de contenci¨®n de la doble balsa adonde la empresa minera sueca Boliden Apirsa vierte los residuos de la explotaci¨®n de pirita. El dique, construido con escollera, material de desecho y arcilla impermeable, se rompi¨® justo en el punto en el que se unen dos balsas, de unas seis hect¨¢reas cada una, cuyo contenido comenz¨® a derramarse inmediatamente sin control.

Las balsas tienen capacidad para almacenar cinco millones de metros c¨²bicos, pero se desconoce la cantidad exacta de l¨ªquido y Iodos t¨®xicos que se han vertido. "Es dif¨ªcil de saber, porque, pese a que la capacidad es ¨¦sa, el agua almacenada es menor porque el fondo est¨¢ colmado de metales apelmazados que reducen la cantidad de l¨ªquido", asegur¨® Francisco M¨¢rquez (PSOE), alcalde de Aznalc¨®llar, una localidad de unos 6.000 habitantes que vive de la mina.

Una riada de aguas ¨¢cidas y lodo negro empez¨® a fluir entonces hacia el r¨ªo Agrio, un cauce pegado a las balsas y que desemboca en el Guadiamar, afluente del Guadalquivir. La avalancha fue dejando sin vida todo lo que encontraba a su paso, ya que la alta acidez del agua (con un ph2, cuando lo normal es ph7) pr¨¢cticamente quemaba cuanto toc¨®.

La Guardia Civil desaloj¨® varios cortijos y explotaciones si tuadas en las proximidades del cauce del Guadiamar, e inmediatamente comenzaron las tareas para cerrar la enorme brecha. Catorce camiones segu¨ªan anoche arrojando escombros en el dique para cerrarlo, ya que tras la salida inicial de agua comenz¨® un vertido a¨²n m¨¢s peligroso de lodo met¨¢lico altamente contaminante.

El nivel del Guadiamar alcanz¨® en algunos puntos cotas superiores a las de las inundaciones de 1996 y 1997, y se fue desbordando a las zonas de cultivo situadas junto al cauce. El desbordamiento ralentiz¨® la velocidad de las aguas, pero dej¨® posiblemente est¨¦riles de por vida grandes zonas de arrozal y frutales.

R¨ªo abajo, las presas que controlan el flujo de entrada de agua en el parque nacional fueron cerradas y se comenzaron a construir muros de contenci¨®n en los desag¨¹es naturales del Guadiamar, el llamado Canal de Aguas M¨ªnimas y el Brazo de la Torre, en el extremo oriental del parque. El objetivo era reducir la entrada de aguas contaminantes en Do?ana, informa desde Huelva Fernando Arn¨¢iz.

Justamente esa zona est¨¢ peor protegida por la ausencia de compuertas que regulen la entrada de aguas al parque y porque en ese punto el posible frente de entrada es de casi un kil¨®metro, con el paso casi franco. Los t¨¦cnicos del parque pretenden que el agua contaminante, que se preve¨ªa llegara a la zona en la madrugada de hoy, choque contra los diques y siga hacia el Guadalquivir.

Este r¨ªo, con un enorme caudal en estos d¨ªas, "tiene capacidad para absorber y diluir la contaminaci¨®n, y si es necesario se abrir¨¢n las puertas de la presa de Aznalc¨®llar para aumentar el caudal y ayudar a la disoluci¨®n", manifest¨® Jos¨¦ Antonio Viera (PSOE), delegado de Gobierno de la Junta de Andaluc¨ªa en Sevilla. "Todo va a depender de la fuerza y la velocidad de las aguas", a?ad¨ªa.

Las consecuencias ecol¨®gicas de este vertido en Do?ana se consideran, como m¨ªnimo, muy graves. Sin embargo, fuentes de la Junta y del propio parque aseguraron que se podr¨ªan agravar si la pleamar de la madrugada de hoy, domingo, elevase el nivel de las aguas y ayudara a desbordar los diques de contenci¨®n. "Eso ser¨ªa una cat¨¢strofe tan grande que no la quiero ni pensar", aseguraba ayer uno de los miembros de los equipos de emergencia.

M¨¢s optimista se mostraba a mediod¨ªa Alberto Ruiz de Larramendi, director conservador del parque nacional de Do?ana: "La mayor parte de las marismas de Do?ana ya est¨¢n a salvo".