Los supervivientes del bombardeo de Gernika recuerdan en un documental el ataque de 1937
Una decena de supervivientes del bombardeo de Gernika en 1937 present¨® ayer, en los actos de conmemoraci¨®n del 61? aniversario de la masacre, un documental sobre sus vivencias durante el ataque de la aviaci¨®n nazi. El v¨ªdeo, de 45 minutos de duraci¨®n, se proyect¨® en un sencillo acto en la principal iglesia de la villa foral, que signific¨® el segundo encuentro de los supervivientes tras la experiencia del pasado a?o. El grupo de investigaci¨®n por la paz Gernika Gogoratuz anunci¨® que enviar¨¢ el documental a la cadena p¨²blica alemana que ha minimizado el tr¨¢gico suceso.
El v¨ªdeo, denominado Huellas humanas del bombardeo de Gernika, mezcla im¨¢genes del ataque de la Legi¨®n C¨®ndor con estampas actuales de Gernika y se basa en los testimonios de una decena de supervivientes, que relatan c¨®mo se produjo el raid y sus personales experiencias que les permitieron salvarse. Ante dos centenares de personas y con problemas de audici¨®n por el eco que provocaba la iglesia, Juan Guti¨¦rrez, director de Gernika Gogoratuz -promotora de la iniciativa-, destac¨® que se trataba del segundo encuentro de supervivientes del bombardeo "y el v¨ªdeo es una prueba de que quede una huella humana". Dentro del car¨¢cter did¨¢ctico y de debate que caracteriza al colectivo de Guti¨¦rrez, la proyecci¨®n del documental estuvo acompa?ada de la intervenci¨®n de los presentes. El alcalde de Gernika, el peneuvista Eduardo Vallejo, tom¨® la palabra para mostrar su desacuerdo con la petici¨®n de los supervivientes de que el cuadro de Picasso se traslade al Museo Guggenheim. "El objetivo final tiene que ser Gernika; ese cuadro es nuestro", proclam¨®. Luis Iriondo, uno de los supervivientes, respondi¨® que, tras una reuni¨®n celebrada, decidieron solicitar el traslado al Guggenheim: "Vimos que ahora es inviable que venga a Gernika". Ambiente relajado El documental, que ya hab¨ªa sido visionado anteriormente por los supervivientes, se proyect¨® en un ambiente relajado, sin las escenas emotivas del pasado a?o, cuando Alemania reconoci¨® por primera vez su culpa en el bombardeo a trav¨¦s de una carta enviada por su presidente, Roman Herzog. Con mayoritaria presencia de personas de avanzada edad, los comentarios a las im¨¢genes se suced¨ªan incluso en tono jocoso. "Le ten¨ªan que haber puesto el nombre de Feliciano", espetaba una mujer superviviente ante el gesticulante relato de Victoriano Uruburu, quien gr¨¢ficamente describ¨ªa los silbidos de las bombas, las explosiones y la huida de los guerniqueses. La inclusi¨®n de una informaci¨®n de los nacionales que atribu¨ªa a los vascos la destrucci¨®n de Gernika provocaba la l¨®gica indignaci¨®n. "?Los rojos? Encima eso", exclamaba otra mujer. Los momentos de mayor emoci¨®n se produjeron cuando los testigos relataban c¨®mo, en uno de los refugios, "chup¨¢bamos las paredes para no ahogarnos de toda la gente que est¨¢bamos all¨ª metidos" o la contundente aseveraci¨®n de una superviviente: "Perdonar, perdonar se dice. Olvidar nunca". Juan Guti¨¦rrez recuerda en el documental las palabras de la parlamentaria verde Petra Kelly, ya fallecida, que fue una de las grandes propulsoras del reconocimiento alem¨¢n del ataque -"soy alemana, os bombardeamos y me averg¨¹enzo de ello", dijo-, al tiempo que advert¨ªa que el centro de investigaci¨®n por la paz que dirige naci¨® por la ayuda del Parlamento vasco, y no del alem¨¢n, como se plante¨® en un principio. "Para la posteridad" Al finalizar la proyecci¨®n, el superviviente Luis Iriondo, en nombre de sus compa?eros, agradeci¨® la elaboraci¨®n del documental "para que quede para la posteridad. Es interesante que estos testimonios se sepan". Iriondo inst¨® a enviar el v¨ªdeo a la cadena de televisi¨®n p¨²blica alemana que la pasada semana ofreci¨® un reportaje en el que minimizaba el bombardeo y achacaba la destrucci¨®n de la localidad al pasto de las llamas "propagadas por el viento". El director de Gernika Gogoratuz recogi¨® la invitaci¨®n y anunci¨® que se enviar¨¢ este testimonio gr¨¢fico a Alemania. El sencillo acto, que junto a un responso en el cementerio municipal y un posterior concierto musical constituyeron las actividades de conmemoraci¨®n de aquel 26 de abril de 1937, finaliz¨® con la intervenci¨®n de un joven, que provoc¨® la mayor salva de aplausos: "Ellos", dijo, se?alando a los supervivientes, "se merecen este v¨ªdeo y mucho m¨¢s. Gernika est¨¢ ahora restaurada, pero ellos han sido los cimientos".
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