En busca de un nuevo lenguaje
Los j¨®venes bailarines vascos no se conforman con dominar el lenguaje de la danza; quieren contribuir a su desarrollo desde la creaci¨®n. Edu Muruamendiaraz, Jorge Horno, Ruth Berikoetxea, Uxue Otaola, Asier Zabaleta, Miren Zabala y Cristina Quijera forman parte de la nueva hornada de creadores en este campo que han surgido en la comunidad. Actuaron el pasado s¨¢bado en Vitoria dentro de la II Muestra de Core¨®grafos vascos que hace una semana les ofreci¨® la posibilidad de estrenar sus piezas en San Sebasti¨¢n, dentro de una serie de tres representaciones que se cerrar¨¢ en Barakaldo el pr¨®ximo 1 de mayo. Tres d¨ªas antes del D¨ªa Internacional de la Danza y en v¨ªsperas de que la explosi¨®n de movimientos sea una realidad en San Sebasti¨¢n con el Maiatza Dantzan, algunos de estos j¨®venes creadores reivindican m¨¢s oportunidades para dar a conocer sus trabajos. Otros lamentan haber tenido que abandonar el Pa¨ªs Vasco para dedicarse a esta profesi¨®n. La bergaresa Uxue Otaola dej¨® su localidad natal para trasladarse a Barcelona. "Me fui porque quer¨ªa bailar y aqu¨ª no encontr¨¦ la formaci¨®n adecuada ni vi salidas profesionales para el futuro", asegura. Tiene 25 a?os y reside en la capital catalana desde que ingres¨® en el Instituto de Teatro de esta ciudad en 1992 para estudiar danza contempor¨¢nea. Ahora Uxue Otaola, quien forma parte de la compa?¨ªa Proyecto Gallina de Emilio Guti¨¦rrez, vuelve a su tierra con una coreograf¨ªa que ha ideado desde la lejan¨ªa, pero convencida de que las cosas han cambiado. "La educaci¨®n va cubri¨¦ndose poco a poco", indica, "pero falta en Euskadi una salida profesional para los bailarines, faltan espect¨¢culos y compa?¨ªas". En todo caso, Sokatira, su primera pieza como creadora se apoya en sus or¨ªgenes, en el matriarcado del Pa¨ªs Vasco. Sobre el escenario, tres mujeres de distintas generaciones de una misma familia reflejan las ataduras tradicionales y los roles que se le han asignado a la mujer vasca a lo largo del tiempo. Y lo hacen a trav¨¦s del vestuario y la escenograf¨ªa. El ambiente agobiante que rodea la vida de la abuela va abri¨¦ndose a nuevos aires de libertad, a trav¨¦s del movimiento, conforme se centra en la historia de su nieta. El caso de Edu Muruamendiaraz, la ¨²nica cara que repite en la Muestra de Core¨®grafos, nada tiene que ver con el de Otaola. Su especialidad es la danza tradicional que no se olvida de las ra¨ªces vascas, pero que tampoco quiere permanecer anclada en el pasado. Por eso no ha tenido la necesidad de buscar salidas en otras regiones. "Intento evolucionar dentro de lo m¨ªo", dice. De hecho, este core¨®grafo, de 33 a?os y tambi¨¦n natural de Bergara, funde en Akilimarro, su segundo y ¨²ltimo trabajo el sabor de la tradici¨®n con elementos del baile contempor¨¢neo. Su aquelarre bailado le ha causado el sinsabor de las etiquetas. "Tratan de enmarcar mi trabajo dentro del contempor¨¢neo, pero insisto en que hago danza tradicional vasca que trata de romper con algunos moldes". Su preocupaci¨®n se centra ahora en lograr escenarios en los que mostrar esta pieza en la que ha estado trabajando con ah¨ªnco durante siete meses. "Lo que me gustar¨ªa es que estas tres actuaciones de la Muestra de Core¨®grafos del Gobierno vasco, no fueran las ¨²nicas". Falta de circuitos ?sta es una de las cuestiones en las que coinciden la mayor¨ªa estos j¨®venes bailarines. El donostiarra Asier Zabaleta, de 25 a?os asegura: "En el Pa¨ªs Vasco hay ausencia de circuitos en los que podamos mostrar los trabajos", aunque reconoce que "la situaci¨®n ha cambiado mucho en los ¨²ltimos a?os". Su coreograf¨ªa Danada, la primera que dise?a, m¨¢s que contar una historia, experimenta sobre el espacio y el tiempo. "Pongo en duda estos dos conceptos en los que se asienta el baile contempor¨¢neo". Pero su calendario de representaciones no finaliza en Barakaldo. Zabaleta, integrante de la ¨²nica compa?¨ªa estable donostiarra A deshoras, actuar¨¢ en San Sebasti¨¢n dentro de la programaci¨®n del Maiatza Dantzan. No presentar¨¢ su creaci¨®n, sino que trasladar¨¢ en M¨¢quina de hueso, lo que Silvia Clemente quiso contar al p¨²blico cuando coreografi¨® este trabajo. La alavesa Ruth Berikoetxea tambi¨¦n ha logrado atar alguna funci¨®n para mantener viva su creaci¨®n Sin ti mimar¨¦ mi yo, que podr¨¢ verse el 30 de mayo en el Ayuntamiento de Vitoria. A esta bailarina, m¨¢s que el dinero que ofrece el Gobierno aut¨®nomo a los creadores de danza -unas 200.000 pesetas- le pudo la curiosidad por llevar a escena una historia que ella misma hab¨ªa creado. "Limitarte a bailar es m¨¢s c¨®modo, pero poder bailar lo que t¨² realmente quieres decir, poner en escena algo que lleva mucho de tus experiencias personales o inquietudes, tiene un valor a?adido para el bailar¨ªn", indica. Sin ti mimar¨¦ mi yo transcurre en una estaci¨®n de tren, en la que se suceden los encuentros y desencuentros entre las personas, en una obra en la que la narrraci¨®n oral cobra tambi¨¦n protagonismo. "Mi fin ¨²ltimo no es que mi coreograf¨ªa se entienda; lo que yo quiero es que la gente coja aquello que m¨¢s le atrae de ella, que sienta algo, aunque sea algo distinto a lo que sent¨ª yo cuando la cre¨¦", indica. Berikoetxea vive en Vitoria, pero espor¨¢dicamente escapa a Madrid a realizar cursillos m¨¢s especializados. La joven de Bermeo Miren Zabala con Behar bada hau da lekua (Quiz¨¢ ¨¦ste es el lugar); la bilba¨ªna Cristina Quijera, con Agur titan, y Jorge Horno, de Basauri, y su Mejor haberla palmado, tambi¨¦n forman parte de este grupo de j¨®venes inquietos que han encontrado en el baile un modo de vida y una necesidad de expresi¨®n. Se abren a nuevos lenguajes, en algunos casos m¨¢s cercanos al teatro, que rompen con las barreras y la im¨¢gen encorsetada de la danza como algo serio. Pero una de las cosas que m¨¢s preocupa a estos j¨®venes en general es que en su camino encuentran "pocas oportunidades para mostrar sus trabajos con continuidad".
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