La pol¨ªtica tambi¨¦n es cosa de ni?os
320 alumnos de ense?anza primaria celebran un pleno en el Congreso de los Diputados
Los diputados que ayer celebraron la sesi¨®n plenaria del Congreso no recuerdan un tiempo sin democracia. Y no pueden hacerlo porque ninguno de ellos supera los 12 a?os. Eran 320 escolares, procedentes de cinco colegios de ense?anza primaria de Madrid, los que participaron en el Parlamento Infantil organizado por la ONG Interm¨®n, con motivo de la llegada a Espa?a, el 4 de mayo, de la Marcha Mundial contra la Explotaci¨®n Laboral Infantil. Su presencia en la C¨¢mara dio la oportunidad a los chavales de presentar y votar sus propias propuestas para terminar con el trabajo infantil y otros problemas derivados de la pobreza del Tercer Mundo. Entre las m¨¢s valoradas por los propios ni?os se situaron la creaci¨®n de leyes para impedir la explotaci¨®n laboral, para aumentar la ayuda econ¨®mica a los pa¨ªses m¨¢s pobres y para castigar a los empresarios que explotan a los menores con un mes en el que trabajen y vivan en las mismas condiciones que sus v¨ªctimas.
Pero no s¨®lo recibieron la oportunidad de que por una vez se les escuchara. Los diputados por un d¨ªa pudieron plantear sus dudas a los miembros de la Comisi¨®n de Cooperaci¨®n del Parlamento, que, aun siendo de diferentes partidos, actuaron como una pi?a. "Las respuestas respond¨ªan a un pacto institucional", asegur¨® la socialista Belarmina Mart¨ªnez, quien lament¨® no haber se?alado con el dedo acusador las pol¨ªticas del Gobierno respecto a la ayuda al Tercer Mundo en su intervenci¨®n ante los escolares.
El debate de ayer fue precedido de muchos d¨ªas de trabajo, en los que los muchachos han aprendido, sobre todo, c¨®mo viven otros ni?os que no van al colegio como ellos y trabajan para vivir. Unas actividades que han sido dirigidas por miembros de Interm¨®n en colaboraci¨®n con sus profesores y que inclu¨ªan tener que simular c¨®mo vive uno de su propio esfuerzo. "Tuvimos que hacer cucuruchos de papel como si fu¨¦ramos indios y, a cambio, nos pagaban una rupia", explic¨® Antonio, de 11 a?os, que estudia en el colegio Juan Gris.
Esta labor, seg¨²n Ignasi Salvatella, responsable del ¨¢rea de educaci¨®n de la mencionada ONG, ten¨ªa el objetivo de que estos ni?os relacionasen su vida con la de los que viven en los pa¨ªses pobres, lo que ha permitido que se concienciaran m¨¢s con sus problemas. Por eso, tanto esta organizaci¨®n como los profesores y los diputados que ayer estuvieron en el Congreso esperan que sirva de algo la experiencia.
De momento, se marcharon con la promesa del presidente, Federico Trillo, de que har¨¢ llegar a todos los grupos parlamentarios las propuestas aprobadas por los chavales. "Ahora queda en manos de los partidos que salgan adelante", concluy¨®.
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