Descuidos

Quisiera alertar a los posibles clientes del establecimiento de la Gran V¨ªa, en los bajos del edificio de Radio Madrid, de lo que a nosotros nos ocurri¨® por hacer uso de sus instalaciones demasiado confiadamente. Si estas l¨ªneas sirven para evitarle la misma experiencia a alguien, entonces habr¨¢n cumplido su objetivo. Parece ser que este local es campo de acci¨®n de expertos descuideros que lo usan para "tomar prestadas indefinidamente" las posesiones de los incautos comensales que creen estar en territorio normal.

El pasado d¨ªa 21 de abril, a las 21.30, nuestro dinero, documentos, tarjetas de cr¨¦dito y otras posesiones particulares cambiaron de mano, desde el bolsillo de mi mujer hasta los bolsillos del descuidero, que "se hizo cargo" tambi¨¦n de la mochila y las pertenencias de otra chica que com¨ªa en el mismo sitio.

Hasta ese momento, nada anormal y que no suceda en otras partes de Madrid. Pero nuestra sorpresa fue cuando, al abandonar el establecimiento (cuya empleada nos "felicit¨®" por no saber en qu¨¦ zona nos encontr¨¢bamos y no tener cuidado de nuestras cosas), preguntamos a un guardia de seguridad de un comercio cercano sobre d¨®nde estaba la comisar¨ªa de la calle de la Luna, con la idea de presentar la correspondiente denuncia. El nos coment¨® que este tipo de robos "al descuido" son normales en ese establecimiento, pr¨¢cticamente diarios, sin que sus responsables hayan, hasta el momento, tomado alg¨²n tipo de medidas para advertir a sus clientes.

A¨²n recuerdo algunos lugares p¨²blicos que he visto en otros pa¨ªses con avisos del tipo "cuidado con los carteristas". En casos como ¨¦ste, en mi opini¨®n, deber¨ªa verse un gran cartel con un aviso: "Cuidese de los descuideros".