Azurmendi analiza en un libro el miedo y la comodidad de la Universidad vasca
"La herida patri¨®tica" dibuja una pesimista visi¨®n del conflicto
Compara al nacionalismo vasco con el ultraderechista franc¨¦s Jean Marie Le Pen y no duda en sostener que la Universidad vasca es ?c¨®mplice de la violencia por acci¨®n o por omisi¨®n?. No tiene pelos en la lengua este fil¨®sofo que fue etarra en su juventud, all¨¢ por los a?os sesenta, y luego se desmarc¨® para anteponer las reflexiones a las pistolas. Partidario de la ?pedagog¨ªa democr¨¢tica? como soluci¨®n al conflicto de Euskadi, Mikel Azurmendi (San Sebasti¨¢n, 1942) traza en La herida patri¨®tica (Taurus) una visi¨®n pesimista de la ?macabra farsa vasca?. A juicio de Azurmendi, ?el pacifismo es la ¨²nica v¨ªa para evitar una guerra civil?.
??Qu¨¦ se puede pensar de un catedr¨¢tico de Universidad que declar¨® que la democracia no puede existir sin ETA? No es una actitud aislada porque la mayor¨ªa de los universitarios vascos o bien adopta una pretendida neutralidad ante el terrorismo o bien se alinea con los postulados de HB y del entorno de ETA. Hasta que se produjo el asesinato de Francisco Tom¨¢s y Valiente, en 1995, nunca un grupo de profesores hab¨ªa firmado un manifiesto en contra de la violencia?. Para Azurmendi, que imparte clases de filosof¨ªa en San Sebasti¨¢n, la comodidad intelectual camina en paralelo con el miedo. Esta ausencia de debate en la Universidad sobre el terrorismo se plasma tambi¨¦n en la formaci¨®n de los profesores de Secundaria y el ensayista lo ilustra con un ejemplo: ?En una excursi¨®n en autob¨²s de alumnos de un instituto, una estudiante pidi¨® a un coro de compa?eros que dejara de dar gritos en favor de ETA. La profesora apel¨® a una perversa equiparaci¨®n de derechos, los que piden que se mate y los que est¨¢n en contra, para hacer callar a todos?.
Nacionalismo impermeable
El agravio frente a Espa?a y la necesidad de un Estado propio figuran, seg¨²n el libro de Azurmendi, a la cabeza de las se?as de identidad del nacionalismo. Seg¨²n el autor de La herida patri¨®tica, los 20 a?os transcurridos desde la aprobaci¨®n del Estatuto de Gernika, en medio de una Espa?a casi federal y de una construcci¨®n europea que tiende a difuminar las fronteras, no han servido para que el nacionalismo vasco revise en absoluto sus planteamientos. ?Los nacionalistas son impermeables a esos cambios porque, de un lado, creen a pies juntillas que el llamado pueblo vasco est¨¢ por encima de los individuos y, por otro lado, consideran que el euskera es la lengua materna de todos si realmente quieren ser vascos?. Azurmendi subraya la paradoja cuando comenta que estas ideas se vierten en peri¨®dicos de la ¨®rbita nacionalista que ?est¨¢n escritos casi en su totalidad en castellano?.
?"ETA no ha matado a nadie porque no hable euskera", se atreve a decir hoy (ayer para el lector) un columnista en el diario Deia?, manifiesta el fil¨®sofo, que agrega que los nacionalistas no aspiran al biling¨¹ismo, sino a una sociedad monoling¨¹e. ?Todo forma parte de una macabra farsa y muchos de mis alumnos?, aclara este profesor que imparte sus clases en euskera, ?est¨¢n convencidos de que el Estado mata la lengua. Para ellos, la implantaci¨®n del euskera en las aulas o en la televisi¨®n es s¨®lo una trampa del Estado para rechazar otras reivindicaciones?.
Mikel Azurmendi resalta que la aparici¨®n de voces cr¨ªticas entre algunos intelectuales como ¨¦l, sobre todo a partir del asesinato de un concejal del PP de Ermua el verano pasado, responde ?a la gravedad del conflicto?. ?Asistimos al pr¨®logo de una ulsterizaci¨®n de Euskadi y el pacifismo es la ¨²nica v¨ªa para cerrar el paso a una guerra civil porque el Parlamento vasco ni se ha enterado del esp¨ªritu de Ermua?.
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