Fidel Castro recibe por sorpresa al nuevo embajador espa?ol en La Habana
El primer d¨ªa de trabajo del nuevo embajador de Espa?a en Cuba, Eduardo Junco, no pudo ser m¨¢s intenso. S¨®lo unas horas despu¨¦s de presentar sus cartas credenciales, Junco fue recibido durante cincuenta minutos por el presidente cubano, Fidel Castro, a quien entreg¨® una carta personal de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. El encuentro, absolutamente sorpresivo y fuera de protocolo, se produjo en el Palacio de la Revoluci¨®n y vino a confirmar el buen momento que atraviesan las relaciones bilaterales y el deseo de ambos gobiernos de recuperar el tiempo perdido, despu¨¦s de 16 meses de tensiones y de vacante en el puesto de embajador.Nada ha trascendido hasta el momento sobre el contenido del mensaje de Aznar al mandatario cubano, aunque se supone que la carta fue, ante todo, una presentaci¨®n del nuevo embajador, con el prop¨®sito de abrirle las puertas al di¨¢logo de m¨¢s alto nivel nada m¨¢s llegar a la isla.
Si ¨¦ste era el objetivo, sin duda se logr¨® con creces. No hay muchos antecedentes en el protocolo cubano de que un nuevo embajador sea recibido por Fidel Castro el mismo d¨ªa en que se acredita ante las autoridades de la isla -en Cuba, las cartas credenciales se presentan ante uno de los vicepresidente del Consejo de Estado, y no al jefe de Estado-.
Pedido y concedido
La reuni¨®n con Castro fue el primer acto oficial de Junco en la isla, y se produjo con una rapidez inusitada. Poco despu¨¦s de presentar sus cartas credenciales, el nuevo embajador comunic¨® al canciller cubano, Roberto Robaina, que era portador de un mensaje de Aznar para Castro y pidi¨® reunirse con el mandatario cubano. Tan s¨®lo cuatro horas despu¨¦s, el nuevo embajador estrechaba la mano de Fidel Castro. Para Eduardo Junco, la decisi¨®n del presidente cubano de recibirle tan pronto fue una "deferencia" que pone de manifiesto la buena voluntad de las autoridades cubanas hacia Espa?a. "El primer d¨ªa en la Habana estuvo lleno de expresiones de buena voluntad y de amistad hacia Espa?a", dijo el diplom¨¢tico espa?ol.
La entrevista, a?adi¨® Junco, transcurri¨® en un clima "cordial y distendido", y ambos hablaron "de temas generales, de vinos, de quesos y tambi¨¦n de la estancia en Cuba de Manuel Aznar, el abuelo del presidente espa?ol", quien trabaj¨® durante alg¨²n tiempo en el Diario de la Marina. "Tambi¨¦n el presidente evoc¨® recuerdos personales de sus estancias en Espa?a", afirm¨® el nuevo embajador. Durante la reuni¨®n -en la que estuvieron presentes Robaina, el vicepresidente Carlos Lage y el miembro del Consejo de Estado Felipe P¨¦rez Roque- no salieron temas como la fecha del viaje de los Reyes a Cuba, pues, dijo Junco, el mandatario cubano evit¨® tocar asuntos sobre los que ¨¦l no ten¨ªa instrucciones o le pod¨ªan hacer sentir inc¨®modo. "Fue muy cari?oso y amable, no tanto con mi persona, sino con Espa?a y los espa?oles".
El mi¨¦rcoles por la ma?ana, tras recibir de manos de Junco la copia de las cartas credenciales, el canciller cubano Robaina reiter¨® que la invitaci¨®n a don Juan Carlos y do?a Sof¨ªa para que viajen a Cuba es permanente, y que pueden hacerla efectiva cuando deseen.
El embajador continu¨® ayer con su intenso programa de actividades: por la ma?ana se entrevist¨® con el arzobispo de La Habana, cardenal Jaime Ortega, y por la tarde se reuni¨® con la viceministra de Relaciones Exteriores, Isabel Allende. Mientras tanto, los medios de prensa cubanos -tanto la televisi¨®n oficial como el rotativo comunista Granma- destacaban el encuentro entre Castro y Junco se?alando que la entrevista se desarroll¨® en un "ambiente de cordialidad".
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