Nuestra oportunidad: Europa
La confirmaci¨®n por el Consejo de la Uni¨®n Europea de los once Estados que cumplen las condiciones para adoptar la moneda ¨²nica pone de manifiesto que los esfuerzos desarrollados por las instituciones vascas para ayudar a la convergencia europea han valido la pena. Euskadi lleva tiempo comprometida en el esfuerzo de adaptaci¨®n a la nueva Europa del a?o 2002: la Europa del euro. La contenci¨®n de altos d¨¦ficits presupuestarios y la reducci¨®n del recurso al endeudamiento han sido objetivos llevados a cabo en estos ¨²ltimos a?os por las instituciones del Pa¨ªs Vasco para contribuir al cumplimiento global de los par¨¢metros de convergencia europea. Europa es un reto y una oportunidad. A pesar de que el viejo continente ha avanzado m¨¢s por imperativos econ¨®micos: la necesidad, que por vocaci¨®n europe¨ªsta: la voluntad, la Uni¨®n Econ¨®mica y Monetaria est¨¢ en marcha. No cabe duda de que los beneficios econ¨®micos que reportar¨¢ el nuevo proyecto de europa van a ser repartidos en t¨¦rminos dedesequilibrio, es decir, no todos los pa¨ªses de esta nueva Europa van a obtener ventajas de forma proporcional. Cada uno obtendr¨¢ sus propios beneficios en funci¨®n del nivel de preparaci¨®n, grado de flexibilidad y capacidad de adaptaci¨®n a la nueva realidad. Cada una de las unidades econ¨®micas de Euskadi: empresas, familias, instituciones p¨²blicas, debe de buscar una gesti¨®n seria y competitiva. Las ventajas comparativas no se residencian en los pa¨ªses sino en sus gentes y en sus empresas. Existen paises desarrollados con empresas poco competitivas y pa¨ªses poco competitivos con empresas l¨ªderes en los mercados internacionales. La eficacia y la eficiencia con que se prestan los servicios al cliente ser¨¢n par¨¢metros a tener en cuenta en las empresas p¨²blicas y privadas del futuro. La calidad, la rapidez y la soluci¨®n satisfactoria a cada demanda de la sociedad, ser¨¢n cualidades definitorias de los diferents sectores econ¨®micos. En este sentido, el sector p¨²blico vasco deber¨¢ aprender a desenvolverse en una nueva cultura, definiendo qu¨¦ servicios desea prestar y con qu¨¦ medios deben llevarse a cabo. La soluci¨®n a los problemas ya no ser¨¢n el endeudamiento y d¨¦ficit p¨²blicos. Las administraciones p¨²blicas tendr¨¢n que ofertar sus servicios con una buena gesti¨®n, eficaz y moderna. El escenario que traer¨¢ la moneda europea ha introducido un debate social y cultural donde tambi¨¦n el nacionalismo, en este caso el vasco, est¨¢ llamado a jugar un papel relevante. ?C¨®mo ha de ser ese nacionalismo de la nueva Europa? A grandes rasgos se puede definir de forma muy simple: debe ser abierto y amable, es decir, que acepte la pluralidad ideol¨®gica, y tolerante, asentado en los principios democr¨¢ticos, en una palabra,la democaracia. En este sentido, una de las reflexiones que necesariamente habr¨¢ de realizarse con la llegada del nuevo escenario europeo es la definici¨®n de cu¨¢l es el grado y el nivel de autogobierno que Euskadi necesita para desarrollar su proyecto pol¨ªtico, siempre teniendo en cuenta que un pueblo peque?o como el nuestro deber¨¢ saber desarrollar esta capacidad pol¨ªtica sin molestar a los dem¨¢s, con proyectos que busquen la eficacia a medio y largo plazo. El autogobierno se deber¨¢ utilizar, pues, de forma inteligente y no estridente. No importa repetirlo: La nueva realidad europea es un enorme reto y una excelente oportunidad. La adaptaci¨®n del autogobierno a esa realidad, la integraci¨®n en esa din¨¢mica Europa, la profundizaci¨®n en la identidad de Euskadi como pueblo, ser¨¢n los objetivos. Adem¨¢s, todo proyecto pol¨ªtico que se precie debe saber integrar y cohesionar a la sociedad a la que sirve. Si para construir hay que integrar, la labor fundamental ser¨¢ redistribuir equitativamente la riqueza y eliminar las injusticias sociales. Existen en la actualidad dos sistemas que, sin perjuicio de aportar soluciones parciales, se pueden -en mi opini¨®n- considerar agotados para lograr los objetivos mencionados. Por un lado, el de Estados Unidos que, si bien ha logrado crecimiento y empleo, lo ha hecho a costa del salario de los trabajadores. El desempleo puede ser muy reducido, pero existen grupos humanos en aquella sociedad condenados a la m¨¢s estricta miseria. Por otro lado, el de Europa donde se mantiene un sistema de igualdad y protecci¨®n social que ampara a colectivos desprotegidos, pero donde los ajustes econ¨®micos se realizan sacrificando empleo. Es decir, mientras que los procesos de ajuste a las exigencias de competitividad se llevan a cabo mediante el salario, en el caso estadounidense; en el sistema europeo se hacen mediante el empleo. El modelo de desarrollo econ¨®mico de Euskadi que debe defender el nacionalismo vasco no puede basarse en el desarrollo espont¨¢neo y sin trabas de la econom¨ªa de mercado, porque un mercado sin correcciones no aporta equilibrio y justicia a la sociedad. El gran desaf¨ªo de Europa, en general, y de Euskadi, en particular, es seguir defendiendo en el nuevo contexto que se crea con la moneda ¨²nica el Estado Social, el Estado de bienestar, pero sin menoscabar la capacidad de generar riqueza, de tener una econom¨ªa competitiva en un mercado internacional, ya que esto supondr¨ªa una especie de suicidio econ¨®mico colectivo. Si la apuesta es cohesionar la sociedad bajo los par¨¢metros de la solidaridad, el equilibrio y la integraci¨®n social, el objetivo es el de repensar el Estado de bienestar. Y ah¨ª surge la pregunta: ?que parte de la riqueza que se genera en la sociedad puede ser retra¨ªda a trav¨¦s de los impuestos para ser dedicada a pol¨ªticas sociales sin afectar negativamente la capacidad de competir que tienen nuestras empresas? Esta es la reflexi¨®n que Europa, y Euskadi tambi¨¦n, tiene planteada para el pr¨®ximo futuro. La vitalidad, el dinamismo, la ilusi¨®n y la formaci¨®n, son las propiedades que necesita Euskadi para salir adelante en la nueva Europa del euro. Adem¨¢s, ser¨¢ clave que incorporemos el acuerdo entre los vascos y desde dentro de nuestro propio pa¨ªs para definir qu¨¦ queremos ser, c¨®mo queremos afrontar los nuevos tiempos, y c¨®mo queremos solucionar nuestros problemas. El secreto est¨¢ en construirnos por dentro, tomando decisiones por nosotros mismos, dise?ando un proyecto en el que todos nos sintamos a gusto a identificados.
Juan Jos¨¦ Ibarretxe es Vicelehendakari y consejero de Hacienda y Administraci¨®n P¨²blica del Gobierno Vasco.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.