Riqueza paleontol¨®gica

La casualidad ha querido que el Cerro de La Cruz de Bu?ol (hace millones de a?os probablemente la orilla de un gran lago, de dimensiones similares a las del Tanganyka, en Tanzania, que ocupaba parte del interior de la provincia de Valencia, entonces una vasta llanura muy similar a las actuales sabanas africanas), sea el "cementerio natural" de cientos de especies animales, cuyos restos, de una buena cantidad -murci¨¦lagos, liebres, ardillas voladoras, ciervos, caballos, elefantes o rinocerontes, por citar unas cuantas- han llegado hasta nosotros "relativamente intactos", fosilizados nada menos que 23 millones de a?os despu¨¦s de su muerte. "El motivo de esta inusual condensaci¨®n de restos f¨®siles en el yacimiento del Cerro de La Cruz -explica la paleont¨®loga y directora-t¨¦cnica del Museo Paleontol¨®gico de Valencia, Margarita Belinch¨®n- puede ser debido a lo que t¨¦cnicamente se llama una asociaci¨®n condensada, es decir, que los restos de los animales fosilizaron en diferentes ¨¦pocas y en diferentes lugares y posteriormente fueron removidos y arrastrados hasta su emplazamiento actual. Esto explicar¨ªa la paradoja biol¨®gica que plantea el yacimiento del Cerro de La Cruz, del que hemos extra¨ªdo especies de rinocerontes encontradas, que no hubiesen vivido nunca juntas en tan escaso espacio, y entre las cuales mediar¨ªan varios cientos de miles, y puede que hasta millones, de a?os". Y es que el de Bu?ol constituye, tal vez, el yacimiento de mam¨ªferos f¨®siles m¨¢s interesante e importante del mioceno en Europa, "por la abundante paleobiodiversidad que presenta -se han registrado de momento 54 especies diferentes-, tanto de macro como de micromam¨ªferos, por ser locus t¨ªpicus de numerosas especies, o lo que es lo mismo, el lugar donde se ha descrito por primera vez para la ciencia una especie, as¨ª como por ser el m¨¢s meridional y de mayor antig¨¹edad del viejo continente", aclara Belinch¨®n, una de las mayores autoridades en materia de mam¨ªferos f¨®siles, sobre los que ha basado su tesis doctoral y que desde la d¨¦cada de los a?os setenta lleva estudiando y extrayendo del yacimiento de Bu?ol. El abundant¨ªsimo material que de este enclave a?o tras a?o es extra¨ªdo, catalogado y estudiado contin¨²a deparando novedades. La ¨²ltima, "la constataci¨®n de una especie de suido, que no conoc¨ªamos en el yacimiento aunque est¨¢ documentado en otros del Mioceno catal¨¢n y franc¨¦s, el taucanamo, un animal emparentado con los actuales jabal¨ªes". A pesar de ello, "la estrella" del lugar sigue siendo el calicot¨¦rido, "un perisod¨¢ctilo que no tiene parang¨®n ni comparaci¨®n posible con ning¨²n ser vivo actual, ya que se extingui¨® sin dejar descendencia, y que por su morfolog¨ªa podr¨ªa recordar a un gran oso hormiguero americano". Debido a su relativa abundancia, el Cerro de La Cruz es el yacimiento de Europa donde mejor se pueden documentar estos animales. En contra de lo que pudiese parecer, la zona no est¨¢ lo suficientemente protegida. "Es absolutamente imprescindible que, aunque legalmente este y otros yacimientos est¨¢n protegidos por la legislaci¨®n vigente, exista una mayor implicaci¨®n de las instituciones, especialmente a nivel local, que deben tomar parte en la conservaci¨®n de este incalculable patrimonio cultural valenciano", reclama Margarita Belinch¨®n.