BODA DE COLOR Y CINE

La boda de Mar¨ªa de las Mercedes S¨¢nchez -hija mayor del director de la revista Hola, Eduardo S¨¢nchez Junco- con el mexicano Francisco Jos¨¦ de Ipi?a pasar¨¢ a la historia del peque?o pueblo de Sacramenia (Segovia), de 556 habitantes, que en las ¨²ltimas horas ha visto de cerca a muchos de los famosos de la sociedad espa?ola y de las revistas del coraz¨®n, como no pod¨ªa ser menos, incluido el presidente del Gobierno, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, que lleg¨® en helic¨®ptero junto a su esposa, Ana Botella, y otros miembros del Ejecutivo, como el vicepresidente primero, Francisco ?lvarez Cascos; el portavoz, Miguel ?ngel Rodr¨ªguez, as¨ª como el ex presidente Adolfo Su¨¢rez. La ceremonia, oficiada por el abad de Silos, Clemente Serna, se celebr¨®, el pasado s¨¢bado, en el marco hist¨®rico del antiguo monasterio cisterciense de Santa Mar¨ªa, fundado por Alfonso VII, en 1141, propiedad de la familia S¨¢nchez Junco, que ha sido restaurado sobre un proyecto del arquitecto Jos¨¦ Miguel Merino de C¨¢ceres. Tras el enlace, los m¨¢s de 1.500 invitados pudieron disfrutar de un refinado almuerzo distribuido por diversas carpas, dotadas de calefacci¨®n y aire acondicionado, en una celebraci¨®n que recordaba a escenas de grandes producciones norteamericanas, donde luego hubo cena y hasta chocolate, ya en la madrugada de ayer domingo, calcul¨¢ndose que el gasto haya podido alcanzar los 150 millones de pesetas. Los periodistas Pedro J. Ram¨ªrez y Luis Mar¨ªa Anson; el copresidente del Banco Popular, Javier Valls Taberner; el presidente del C¨ªrculo de Empresarios, Carlos Espinosa de los Monteros; las empresarias Alicia y Esther Koplowitz; el presidente de la Asociaci¨®n de Editores de Diarios Espa?oles, Vicente Montiel; Carmen Mart¨ªnez Bordi¨², Nati Abascal, Agatha Ruiz de la Prada, Carmen Sevilla o Norma Duval fueron algunas caras que se pudieron ver entre la multitud, siempre rodeada por una estrecha vigilancia combinada con un grupo de azafatas, e informada previamente de que no se pod¨ªan obtener fotograf¨ªas. En el pueblo tambi¨¦n hubo aperitivo, incluso baile por la noche para los vecinos. En aquel id¨ªlico entorno, donde se lleg¨® a colocar un repetidor para tel¨¦fonos m¨®viles, tan s¨®lo faltaba algo importante y era el claustro y gran parte de la iglesia del antiguo monasterio que, en 1925, compr¨® por 40.000 d¨®lares el magnate de la prensa americana William Randolph Hearst, trasladados a Nueva York en 10.571 cajas, y que actualmente, reconstruido, es un importante centro de espiritualidad de la di¨®cesis del sur de Florida perteneciente a la Iglesia Episcopal, despu¨¦s de pasar por varias manos.