Tiburones contra Cousteau
Un documental cuestiona los m¨¦todos del divulgador del mar
La figura del ecologista franc¨¦s Jacques Cousteau, fallecido en 1997 a los 87 a?os, sufre un da?ino proceso de destrucci¨®n en un documental de la BBC. En Reputaci¨®n: Jacques Cousteau, emitido ayer, el director brit¨¢nico John Farren pone en acci¨®n su propio batall¨®n de tiburones para desmitificar la imagen del m¨¢s popular de los amantes del fondo marino. S¨®lo lo consigue parcialmente. Antiguos empleados de Cousteau desvelan algunos trucos que el cineasta presuntamente realiz¨® para conseguir sus objetivos. Desde la repetici¨®n de tomas para fingir la m¨¢xima peligrosidad, hasta descuidos presuntamente intencionados en el manejo de los animales que protagonizaron sus pel¨ªculas y series de televisi¨®n.Una de las escenas que supuestamente se film¨® una y otra vez la protagoniza el hijo peque?o del comandante, Philippe Cousteau, quien muri¨® en accidente de aviaci¨®n en 1977. En un cap¨ªtulo de Viaje al mundo submarino , la serie que comenzaron a rodar 10 a?os atr¨¢s, Philippe desciende al fondo del mar dentro de una jaula rodeada de hambrientos tiburones. Pero, alega la cient¨ªfica Eugenie Clark, la operaci¨®n se tuvo que repetir porque su expresi¨®n no delataba ?suficiente p¨¢nico?. En otro momento del documental, el antiguo marinero del Calypso Albert Falco confiesa que dos leones de mar murieron en un rodaje porque ?para poder filmarles los tuvimos fuera del agua demasiado tiempo?.
Estos trucos, seg¨²n el realizador brit¨¢nico, estaban relacionados con las cuotas de audiencia: cuanto m¨¢s espectaculares fueran las im¨¢genes, m¨¢s posibilidades de ¨¦xito comercial. La Sociedad Cousteau rechaza el aluvi¨®n de acusaciones que difunde este trabajo. ?Nunca permitimos el documental?, protesta Francine Cousteau, presidenta de la asociaci¨®n ben¨¦fica, al tiempo que la portavoz en la sede parisina se?ala que ?todo es mentira?. Martin Bergman, encargado de las actos conmemorativos previstos en Nueva York el mes pr¨®ximo, incluida la restauraci¨®n del Calypso, critica que los realizadores ?no tuvieran el coraje de atacarle cuando Cousteau estaba vivo?.
Farren malea, pero no consigue hundir la reputaci¨®n de su v¨ªctima. Antiguos empleados, incluso uno que fue sustituido por Philippe, no pueden ocultar la admiraci¨®n que a¨²n sienten por Cousteau. La relaci¨®n que el programa establece entre el capit¨¢n y el entorno nazi queda mitigada en los hechos hist¨®ricos: el h¨¦roe de la Resistencia francesa arriesg¨® su fama en defensa de su hermano, juzgado por colaborar con los nazis. Respecto a los presuntos trucos cinematogr¨¢ficos, la portavoz de la Sociedad Cousteau recuerda que en los a?os cincuenta, cuando realiz¨® El mundo silencioso, oscar en 1956, no exist¨ªan los medios t¨¦cnicos actuales. Y el cr¨ªtico de televisi¨®n de la revista Time Out, Omer Ali, defiende que las series posteriores nunca se han tenido como documentales en su sentido estricto, sino como programas informativos de entretenimiento. ?Todos pens¨¢bamos que alg¨²n truco hab¨ªa, pero lo importante es que los animales son reales y filmados en su medio ambiente?, dice.
El director del documental centra las alegaciones en t¨¦cnicas de cine y pasa de refil¨®n sobre aspectos personales de la doble vida que Cousteau ocult¨® a sus allegados. El programa explica, pero sin profundizar, que su primera mujer, Simone Melchoir, supo pocos d¨ªas antes de fallecer que el comandante mantuvo durante a?os una relaci¨®n extramarital con Francine. Al mismo tiempo, Farren permite que el hijo mayor, Jean Michel, aseste la pu?alada m¨¢s sangrienta cuando, en los primeros minutos del programa, asegura: ?Mi padre utiliz¨® a la gente. La usaba para conseguir sus objetivos y nada pod¨ªa frenarle?. Pero el realizador deja para el final de su reconstrucci¨®n una alusi¨®n al pleito que Cousteau interpuso cuando este mismo hijo intent¨® aprovecharse de su famoso nombre para promover una empresa comercial. ?Lamentamos que Jean Michel haya tomado parte en un documental que posiblemente empa?a el nombre de su padre?, ha se?alado Bergman. El cr¨ªtico Ali da el ¨²ltimo veredicto: ?Es un trabajo correcto , pero frustrante. No se adentra en la vida per - sonal y familiar de Cous- teau?.
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