?El Acuerdo de Stormont va a fracasar?
El ciudadano de la Rep¨²blica de Irlanda m¨¢s odiado por el IRA es un profesor universitario de 81 a?os. Testigo excepcional de la historia de este siglo, Conor Cruise O'Brien vive con su esposa, la escritora Maire McEntee (una de las voces m¨¢s conmovedoras de la poes¨ªa ga¨¦lica actual), en una modesta casa de una planta en el norte de la bah¨ªa de Dubl¨ªn. Los O'Brien viven solos, sin protecci¨®n alguna. La valent¨ªa de Conor Cruise O'Brien es proverbial. Uno de sus cr¨ªticos (y admiradores), el antrop¨®logo Ernst Gellner, escribi¨® de ¨¦l, en 1989, que ?no es s¨®lo un analista del nacionalismo, sino tambi¨¦n una v¨ªctima del mismo?.Son in¨²tiles tambi¨¦n el boicoteo y el ninguneo a los que han sometido su obra y su figura los nacionalistas irlandeses. No hay un intelectual irland¨¦s vivo que suscite mayor admiraci¨®n fuera de la isla y m¨¢s enconadas controversias dentro de ella.
O'Brien se ha negado siempre a tratar el terrorismo republicano del IRA como un problema pol¨ªtico. B¨¢sicamente, afirma, se trata de un problema de seguridad, como el de las bandas paramilitares unionistas. La soluci¨®n deber¨ªa pasar, obligadamente, por un pacto entre moderados para desarmar y meter en la c¨¢rcel a los terroristas de ambas comunidades.
Pregunta. Su opini¨®n acerca del acuerdo de Stortmont, aunque sobradamente conocida en Irlanda y en el Reino Unido, no lo es tanto en Espa?a, y me temo que pueda resultar escandalosa para nuestros bienpensantes. Como usted sabe, se discute ahora en mi pa¨ªs si dicho acuerdo servir¨ªa como modelo para terminar con la actividad terrorista de ETA..., ?tendr¨ªa inconveniente en resumir su valoraci¨®n del tratado?
Respuesta. Creo que, en principio, la intenci¨®n del acuerdo era sobornar al IRA mediante concesiones en relaci¨®n con Irlanda del Norte (en materia de prisiones, polic¨ªa, etc¨¦tera), todo ello para asegurar que no se llevar¨ªan a cabo nuevos atentados en el Reino Unido. Pero hemos llegado a un punto -bastante parad¨®jico, por cierto- en que el acuerdo ha sido aceptado por un determinado n¨²mero de grupos pol¨ªticos de Irlanda del Norte. En particular, por dos grupos que son, de hecho, diametralmente opuestos: los unionistas oficiales y el Sinn Fein-IRA. Los unionistas oficiales dicen a sus seguidores que este acuerdo es una victoria para ellos porque preserva la Uni¨®n, pero, al mismo tiempo, el Sinn Fein dice a los suyos que el acuerdo les es favorable porque supone un debilitamiento de la Uni¨®n. Ahora bien, los acontecimientos en la conferencia del Sinn Fein (10 de mayo), cuando ¨¦ste recomend¨® a sus seguidores que aceptaran el trato, socavan la posici¨®n de esos unionistas. P. ?C¨®mo puede evolucionar la situaci¨®n en los d¨ªas que faltan para el refer¨¦ndum?
R. Tengo la impresi¨®n de que los unionistas que se han manifestado en las encuestas como indecisos (y que suponen aproximadamente la mitad de los consultados) cambiar¨¢n su posici¨®n. Creo que esa indecisi¨®n bascular¨¢ r¨¢pidamente hacia el no. Aunque todav¨ªa sea fluida la intenci¨®n de voto, sospecho que el voto favorable al acuerdo incluir¨¢ a los nacionalistas moderados. Luego est¨¢ ese n¨²mero peor conocido que vota normalmente Sinn Fein. No s¨¦ c¨®mo se dividir¨¢n sus votos. Pero una hip¨®tesis plausible es que un tercio del mismo votar¨¢ a favor; un tercio, en contra, y el otro tercio restante se abstendr¨¢. As¨ª que sus votos, cualquiera que sea la forma en que se repartan, no a?adir¨¢n gran cosa al voto nacionalista moderado. Lo que est¨¢ por ver es si los Oficiales podr¨¢n mantener por mucho tiempo su actual posici¨®n: presentar el acuerdo como una victoria y una derrota para los nacionalistas. As¨ª que lo m¨¢s probable es que ¨¦ste sea aprobado en el refer¨¦ndum del 22 de mayo por un estrech¨ªsimo margen. Y que entonces, en las elecciones que seguir¨¢n, no habr¨¢ una mayor¨ªa de dos tercios a favor de nada. Creo, en consecuencia, que la situaci¨®n se enmara?ar¨¢ hasta tal punto que los brit¨¢nicos decidir¨¢n desentenderse del todo.
P. ?En qu¨¦ medida podr¨ªa afectar la conferencia del Sinn Fein al voto unionista?
R. En mi opini¨®n, estaba bastante claro -incluso antes de la conferencia del Sinn Fein en Dubl¨ªn- que los unionistas estaban desliz¨¢ndose desde la abstenci¨®n hacia el no. Y este deslizamiento puede acelerarse. En especial, a causa de la ovaci¨®n que tributaron (en esa conferencia) a personas que, para los unionistas, son asesinos, terroristas convictos... En fin, es un ejemplo muy dram¨¢tico de c¨®mo la gente puede ser manipulada y confundida cuando se le presentan las cosas en abstracto, pero tambi¨¦n de que, cuando ven una escena como ¨¦sa en la televisi¨®n, obtienen una idea m¨¢s clara de todo. Nuestros peri¨®dicos, los de la Rep¨²blica, apenas dicen nada de las reacciones unionistas. Es como si no existieran...
P. Tampoco para la prensa brit¨¢nica...
R. Bueno, el Daily Telegraph ha publicado un editorial aceptable..., pero, en general, la prensa de estas islas es favorable al acuerdo, y me temo que hace una cobertura bastante sesgada y tendenciosa de los acontecimientos. Hay algunos detalles reveladores... El titular en primera plana de The Times : ?El Sinn Fein vota por abandonar la violencia? ?No saben de qu¨¦ est¨¢n hablando! La funci¨®n del Sinn Fein no es practicar la violencia. No ejerce la violencia: es el ala propagand¨ªstica de un movimiento armado, el IRA. El Sinn Fein no ha aconsejado al IRA que abandone el uso de la fuerza. Si quisieran comprometerse seriamente con la b¨²squeda de la paz, exigir¨ªan al IRA que abandonara la violencia. Pero, por supuesto, no tienen la menor intenci¨®n de hacerlo.
P. Sigue usted siendo, por lo que veo, totalmente pesimista.
R. S¨ª, quiz¨¢ s¨ª. Se me acusa de predecir siempre lo peor. Lo cierto es que no me dedico a predecir nada. Me limito a advertir que lo peor -que ser¨ªa la retirada de los brit¨¢nicos seguida por una guerra civil a gran escala- es posible y que ahora parece incluso que esa posibilidad est¨¢ m¨¢s cerca de lo que nunca estuvo. Porque si estos tratos fracasan, cosa que probablemente suceder¨¢, creo que habr¨¢ muchos en el lado brit¨¢nico, muchos m¨¢s que antes, que dir¨¢n: ?Bueno. Por nuestra parte, lo hemos intentado todo. Hemos ofrecido un convenio razonable, pero ese pueblo perverso ha votado en contra. No hay modo de gobernar all¨ª. No volveremos a poner a nuestros soldados en peligro en un lugar donde hay tanta gente que no los quiere. As¨ª que nos vamos a marchar de all¨ª, como antes nos fuimos de Palestina y de la India?. Es el mismo escenario. Ahora bien, no creo que esto vaya a producirse de forma precipitada.
P. En numerosas ocasiones ha expuesto usted un ?modelo maligno? de lo que podr¨ªa ser el proceso de errores pol¨ªticos concatenados que llevar¨ªa a una guerra civil generalizada en Irlanda del Norte. Hace todav¨ªa dos semanas, usted afirmaba en el Sunday Independent que, al suscribir el acuerdo de Stormont, el Gobierno de Bertie Ahern hab¨ªa implicado a la Rep¨²blica en el conflicto del Ulster. ?Piensa realmente en la existencia de un peligro de guerra como la de la ex Yugoslavia?
R. Pues s¨ª. Ese peligro existe. Y me parece que es m¨¢s amenazador que antes. El problema est¨¢, creo yo, en que este acuerdo va a fracasar a causa, esencialmente, del rechazo del mismo por la mayor parte de la poblaci¨®n unionista, que es, a su vez, la mayor parte de la poblaci¨®n de Irlanda del Norte. La cuesti¨®n es qu¨¦ va a suceder tras este fracaso. No creo que el Gobierno de Dubl¨ªn decida enviar su polic¨ªa y su Ej¨¦rcito al Ulster para cooperar con los brit¨¢nicos, porque eso disgustar¨ªa sobre todo a los sectores republicanos. Ahora bien, si ambos Gobiernos se inhibieran, si no se avanzase en este u otro sentido, el IRA considerar¨ªa la posibilidad de volver a las andadas. No creo que, de momento, tengan mucha prisa en hacerlo, porque su principal objetivo, por ahora, es el RUC (Royal Ulster Constabulary: la fuerza policial de Irlanda del Norte). Est¨¢ presionando a los brit¨¢nicos para que sustituyan al RUC por lo que ellos llaman ?polic¨ªa comunitaria?, que es un proyecto espeluznante. Significar¨ªa que cada ¨¢rea ser¨ªa controlada policialmente por los propios paramilitares de la comunidad, lo que equivale a una anarqu¨ªa de hecho.
P. Con incursiones de ambas bandas en zonas enemigas...
R. Exacto. Yo no creo que los brit¨¢nicos vayan a hacer semejante concesi¨®n, ni que el Gobierno de Dubl¨ªn les vaya a presionar en tal sentido. Pero s¨ª pienso que har¨¢n al IRA concesiones a expensas del RUC.
P. ?Por ejemplo?
R. Los brit¨¢nicos ser¨¢n fuertemente presionados por Dubl¨ªn, el SDLP y el Sinn Fein para cambiar el nombre de la fuerza policial: de RUC a UC (Ulster Constabulary). Dicho as¨ª, puede parecer una minucia, pero no lo es. Es un asunto muy grave. Porque el RUC sabr¨ªa que, si tal cambio se produjera, responder¨ªa en lo fundamental a una demanda de la misma gente que ha estado asesinando, durante los ¨²ltimos 25 a?os, a centenares de sus miembros. Su moral, por tanto, se resentir¨ªa severamente. Y habr¨ªa, con seguridad, bastantes dimisiones entre los m¨¢s fieles y entregados miembros de esta polic¨ªa. As¨ª que, cuando el IRA reanude su actividad terrorista -cosa que har¨¢, sin duda: quiz¨¢ no este a?o, pero, con certeza, no m¨¢s tarde que el pr¨®ximo-, luchar¨¢ contra una polic¨ªa desalentada, contra personas que estar¨¢n pregunt¨¢ndose si merece la pena arriesgar su propia vida.
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