Monteseir¨ªn se presenta como el candidato socialista de la "renovaci¨®n", el "aire fresco" y el trabajo
El presidente de la Diputaci¨®n de Sevilla, Alfredo S¨¢nchez Monteseir¨ªn, ha tomado nota de las ense?anzas de Jos¨¦ Borrell en su campa?a de elecciones primarias del PSOE para la alcald¨ªa. Trabajo, eficacia y renovaci¨®n son algunas de las divisas con las que apuntal¨® ayer su mensaje en la presentaci¨®n de su equipo en la sede provincial del PSOE. Monteseir¨ªn y el jefe de su equipo de campa?a, el profesor de Econom¨ªa de la Universidad de Sevilla Emilio Carrillo, trazaron una idea de manera reiterada: Monteseir¨ªn representa "aire fresco", "savia nueva", "renovaci¨®n" y "trabajar todos los d¨ªas y a todas horas".
No hubo una referencia expl¨ªcita y directa hacia su rival en la lucha por la candidatura a la alcald¨ªa, Jos¨¦ Rodr¨ªguez de la Borbolla. Sin embargo, Monteseir¨ªn y el jefe de su equipo s¨ª que dejaron caer las ideas, actitudes e im¨¢genes que representa para ellos su rival: "candidato del pasado", "mesas camillas", "falsos victimismos" y "candidato que va de vuelta", entre otras. Eran ideas e im¨¢genes que, en algunos casos, tambi¨¦n iban lanzadas contra la alcaldesa, la popular Soledad Becerril, y el primer teniente de alcalde, el andalucista Alejandro Rojas-Marcos. Pero era obvio que el primer destinatario de sus dardos era Rodr¨ªguez de la Borbolla, su primer rival en un largo camino que Monteseir¨ªn conf¨ªa en concluir en 1999 empu?ando la vara de alcalde. Con todo, hay una cosa que marca las diferencias entre Monteseirin y Borrell. Sectores del PSOE acusan al primero de ser un hombre impulsado por el aparato, una imputaci¨®n que no puede achac¨¢rsele a Borrell. Monteseir¨ªn intent¨® ayer sortear esta acusaci¨®n al presentarse rodeado de un equipo de personas j¨®venes, cuya edad media, se?al¨® Carrillo, "supera ligeramente los 36 a?os". Monteseir¨ªn trat¨®, adem¨¢s, de quitar hierro a las malas vibraciones que a mucha gente le produce la palabra "aparato". El apoyo del aparato "Cuando se habla de aparato o de familias, se habla de un viejo PSOE, un PSOE anacr¨®nico. Dentro del aparato hay gente que apoya a unos, gente que apoya a otros, gente que no apoya a nadie y gente que se apoya a s¨ª misma. El aparato es muy complicado. Los aparatos son conservadores y, como tales, quieren que no se mueva nada", explic¨® Monteseir¨ªn. El presidente de la Diputaci¨®n se present¨® como un adalid de la "renovaci¨®n". "Frente a los que ofrecen m¨¢s de lo mismo, nosotros ofrecemos una corriente de aire fresco en el Ayuntamiento de Sevilla", afirm¨®, en referencia al papel de Rodr¨ªguez de la Borbolla como portavoz municipal del PSOE. La labor de Rodr¨ªguez de la Borbolla en la oposici¨®n ha sido criticada desde distintos sectores del PSOE, que le atribuyen falta de agresividad. Becerril no ha sufrido apenas desgaste, lo que ha propiciado que se convierta, al menos en apariencia, en una especie de figura por encima del bien y del mal. Cuando Rodr¨ªguez de la Borbolla ha arremetido contra Rojas-Marcos, su propio partido le ha instado a recoger velas porque gobierna en coalici¨®n con el Partido Andalucista en la Junta. "La Sevilla del siglo XXI quiere al frente de su Ayuntamiento a gente dispuesta a trabajar todos los d¨ªas y a todas horas, con intensidad; a hacer eso tan bonito que es la pol¨ªtica local. La pol¨ªtica local no es algo de segunda divisi¨®n. Es la pol¨ªtica de todos los d¨ªas y necesita que el que est¨¦ ah¨ª se tenga que ganar el puesto todos los d¨ªas", se?al¨® Monteseir¨ªn. La referencia a Rodr¨ªguez de la Borbolla, en su condici¨®n de antiguo presidente de la Junta, y a Becerril, que fue ministra con Uni¨®n de Centro Democr¨¢tico, fue n¨ªtida. Para acabar de remacharla, Carrillo, el jefe de su equipo, proclam¨®: "[Monteseir¨ªn] es un candidato que va de ida y no va de vuelta. Y eso es lo que necesita Sevilla". La imagen que pretenden trazar los partidarios de Monteseir¨ªn es clara: frente a "candidatos del pasado" que ya hicieron su recorrido pol¨ªtico ascendente e ilusionado -Rodr¨ªguez de la Borbolla, Becerril, Rojas-Marcos, que fue incluso concejal en los ya un tanto lejanos tiempos del franquismo-, Monteseir¨ªn representa la ilusi¨®n, la renovaci¨®n, la juventud, la fuerza, el impulso ascendente e innovador. Siempre seg¨²n el mensaje que trata de inculcar, Monteseir¨ªn marcha hacia el futuro, mientras que sus rivales regresan del pasado. Por si fuera poco este mensaje, Monteseir¨ªn jug¨® tambi¨¦n con un sentimiento que, a su juicio, puede gustar al electorado: el rechazo hacia los pol¨ªticos profesionales. "No pienso en t¨¦rminos de carrera pol¨ªtica. Soy m¨¦dico y funcionario. No necesito estar en la pol¨ªtica para sentirme realizado. La pol¨ªtica me apasiona en cuanto supone de servicio a la gente", explic¨® Monteseir¨ªn.
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