Omara, Mayra y Chucho

Corri¨® el rumor de que Irakere ya no exist¨ªa. Se coment¨® que Chucho Vald¨¦s hab¨ªa decidido darle carpetazo a la hist¨®rica orquesta coincidiendo con su 25? aniversario. Nada de nada. Lo que el pianista ha hecho, una vez m¨¢s, es traer savia nueva a esa uni¨®n ¨²nica de ritmos cubanos y jazz. S¨®lo el guitarrista Carlos Emilio Morales y el bater¨ªa Enrique Pl¨¢ permanecen: catedr¨¢ticos de este original conservatorio donde est¨¢ siempre abierta la matr¨ªcula. Entre los fichajes, un par de saxofonistas casi adolescentes, dispuestos a repetir alg¨²n d¨ªa las proezas de sus antecesores en los metales (Paquito D'Rivera, Arturo Sandoval, Orlando Valle...).Tras el comienzo de Irakere con una obra veterana, Juana 1600, Chucho Vald¨¦s se qued¨® solo e invit¨® a Omara Portuondo. Juntos hicieron algunos n¨²meros de Desaf¨ªos, disco grabado a d¨²o que no ha tenido la repercusi¨®n que merec¨ªa. Omara record¨® que se vend¨ªa a la salida (y en las tiendas). En las enormes manos de Chucho se encuentran leyendas del piano de jazz con Lecuona, Peruch¨ªn o Frank Emilio; en el fraseo de Omara, toda la sabidur¨ªa de una generaci¨®n brillante.

Irakere se renueva, pero con las orquestaciones de Chucho Vald¨¦s como denominador com¨²n. Otro de los trucos es tener a los m¨²sicos en vilo: no siempre saben qu¨¦ les va a tocar en suerte. La banda lleva cantante propia, Mayra Caridad Vald¨¦s, hija de Bebo y hermana de Chucho. Resulta incomprensible que su nombre no est¨¦ ya en boca de todos. Su figura de matrona alberga tremenda voz: swing y soul, con toque afrocubano, para un registro colorido. Nadie le ha propuesto grabar. Y esta mujer se est¨¢ perdiendo.

Cuando cant¨® Como fue se apunt¨® al scat una alegre Omara Portuondo. La funci¨®n termin¨® con el cl¨¢sico Catalina. Irakere tiene hoy poco que ver con el resto de las formaciones cubanas. Y a¨²n no ha dicho la ¨²ltima palabra.