La vida de un caballo torero
Andanzas de "Cagancho", la montura de Pablo Hermoso de Mendoza
?Escribir de uno mismo es siempre un ejercicio entre pretencioso y vano. Especialmente si uno no es muy dado a la conversaci¨®n ociosa. Dicto estas l¨ªneas desde Estella (Navarra), donde vivo desde 1990 con mi cuidador y compa?ero, el rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza. Hoy me espera Madrid, la c¨¦lebre Feria de San Isidro, donde ya estuve el pasado s¨¢bado. Modestia aparte, di una vuelta al ruedo y mi pareja sali¨® a hombros camino de la puerta grande. A m¨ª me dejaron en la cuadra. Ni soy rencoroso ni tengo ¨¢nimo para humanos resentimientos?.
?Empezar¨¦ por presentarme. Soy lusitano, de procedencia Veiga, negro, cuadralbo, con el hierro de J?ao Batista. En efecto, soy caballo y luzco 12 primaveras. Roc¨ªn y para nada tan flaco como aquel primo lejano. De hecho, soy amante del buen pesebre. Cuando empieza la temporada, mi due?o (pues eso es, no forzar¨¦ eufemismos) me tiene a dieta. Tal cual. Pero lo peor viene ahora: me hacen correr sin descanso por aquello de la l¨ªnea. Una bonita estampa, lo llama ¨¦l?.
?No me entretendr¨¦ en pol¨¦micas. No quiero discutir. Los humanos, ?qu¨¦ sabr¨¢n ellos?, me califican de "afable y bonach¨®n". Contin¨²o: mi abuelo se llam¨® Firme, y mi padre, Nilo. Sin embargo, mi ¨¢rbol geneal¨®gico luce cuajo: estoy emparentado con el famoso Opus, montura de Alvarito, y con Neptuno, el c¨¦lebre caballo de Vidri¨¦. Nac¨ª para esto. Aunque Pablo no las ten¨ªa todas consigo cuando me compr¨® en la feria portuguesa de Golega?.
?Por entonces, mi ahora propietario buscaba un animal para el ¨²ltimo tercio. Andaba detr¨¢s, as¨ª me lo ha referido muchas veces entre risas, de un equino poco h¨¢bil, que pasara por el toro, algo torpe, trip¨®n y, sobre todo, barato. ?Ser¨¢ posible! Me contendr¨¦, no procuro enfrentamientos. Me adquiri¨® por 300.000 escudos de vell¨®n. El antiguo propietario por lo menos demandaba 100.000 m¨¢s. As¨ª, tras las dudas, vino la compra?.
?Cuando llegu¨¦ a casa pude leer con facilidad la frustraci¨®n en la cara de los familiares de Pablo. Tengo que destacar, nobleza obliga, que s¨®lo ¨¦l confi¨® desde el principio en m¨ª. De entrada, me utiliz¨® ¨²nicamente para lo que me hab¨ªa adquirido: el poco lucido tercio del rej¨®n de muerte. Pronto desarroll¨¦ la habilidad suficiente para dejar en evidencia a unos y otros, jamelgos y asnos. No se lea orgullo en mi ¨²ltima frase, es simple justicia. As¨ª, poco a poco fui haci¨¦ndome mi hueco. La despaciosidad y temple son mis armas. Mi punto d¨¦bil, todo sea dicho: sufro de los cascos. Los ruedos duros son mi tormento?.
?Sigamos. Y en esto lleg¨® el a?o 1994. La temporada se presentaba gris. Lo intent¨¢bamos, convenc¨ªamos, pero nada. No conseguimos meternos en ninguna feria importante. El vac¨ªo hasta Colmenar Viejo. Ese pueblo madrile?o quedar¨¢ para siempre prendido en mis crines. Como un centauro, jinete y caballo, Pablo y yo, alcanzamos nuestro prop¨®sito: el aplauso que precede al reconocimiento y, m¨¢s importante, a los contratos?.
?Descendamos al dato: desde ese momento, cada temporada lidiamos entre 60 y 70 toros bravos, mansos, encastados y sin raza (los astados grandes son mi especialidad). De todo. Colocamos unas 250 banderillas y recorremos de norte a sur y de este a oeste alrededor de 5.000 kil¨®metros. Todo en un a?o. En una ¨²nica temporada limpia de descanso. ?Como un centauro!?
?Perdonen el entusiasmo, pero hay motivos. Puestos a ser nost¨¢lgicos -con mesura, por supuesto- recordar¨¦ mi triunfo el a?o anterior en Jerez y, ya entregados, los reci¨¦n conseguidos en Sevilla y Madrid. En mi fuero interno, sin embargo, me quedo con los alcanzados delante del muy exigente (?qu¨¦ diferencia!) p¨²blico portugu¨¦s: en Villaviciosa y, por descontado, mi querida y bella Lisboa. "?M¨¢s banderillas!" me ped¨ªa en pie un tendido febril. Ocurri¨® en agosto del 96. Tambi¨¦n, no me gustan las pol¨¦micas, se las ped¨ªan a Pablo?.
?En fin, mi nombre es Cagancho, como el torero gitano, pues torero soy. Por cierto, la semana pasada fui padre por novena vez. Hom¨ªnidos lectores, el futuro est¨¢ asegurado?.
LA CORRIDA DE HOY
Plaza de Las Ventas.
18? corrida de abono.
Toros despuntados para rejoneo de Luis Jorge Ortigao Costa, de la finca Hereda de de Alcoba?a, en Elvas, Alentejo (Portugal). Divisa roja. Antig¨¹edad, 29 de agosto de 1971.
Rejoneadores: Luis Domecq, Pablo Hermoso de Mendoza, Antonio Domecq y Paco Ojeda.
A las siete de la tarde.
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