El Constitucional / 2

E L PORTAVOZ del Gobierno anunci¨® ayer una ronda de contactos de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar con los l¨ªderes de los partidos para hablar de asuntos sobre los que el presidente ofreci¨® consenso en el debate de la semana pasada. Es de esperar que entre ellos figure, adem¨¢s de la reforma del Cesid, la renovaci¨®n del Tribunal Constitucional. Han transcurrido ya tres meses desde que el Senado debi¨® elegir a los cuatro juristas ?de reconocida competencia? que sustituir¨¢n a los cuatro magistrados de ese tribunal -incluidos su presidente y su vicepresidente- que concluyeron su mandato el 22 de febrero. No es la primera vez que se produce el retraso ni es el Constitucional la ¨²nica instituci¨®n afectada por el mismo. Y de nuevo son los dos grandes partidos nacionales, el PP y el PSOE, los principales responsables.La mayor¨ªa de tres quintos exigida por la Constituci¨®n es imposible sin el acuerdo de esas dos formaciones. La Ley Org¨¢nica del Tribunal Constitucional estableci¨® la obligaci¨®n de que el presidente del tribunal, ?antes de los cuatro meses previos a la fecha de expiraci¨®n de los nombramientos?, solicite al presidente del ¨®rgano al que corresponde elegir a los nuevos magistrados que inicie ?el procedimiento para ello?. El presidente del Constitucional, ?lvaro Rodr¨ªguez Bereijo, cumpli¨® en octubre de 1997 ante el presidente del Senado, Juan Ignacio Barrero, ese precepto y recientemente lo ha reiterado. Sin embargo, no se conoce que ese largo periodo de cuatro meses fuera utilizado para avanzar en la negociaci¨®n.

S¨®lo al final de ese plazo se produjo un encuentro entre Aznar y Almunia, que no logr¨® resultados positivos y que ni siquiera puso en marcha unas gestiones para lograrlos. Si a los estudiantes que dejan la preparaci¨®n de los ex¨¢menes para el ¨²ltimo momento se les puede perdonar esa desidia cuando aprueban, los dirigentes de los dos principales partidos merecen, por el momento, un contundente suspenso.

El reciente fallecimiento del magistrado del Constitucional Enrique Ruiz-Vadillo y la inmediata comunicaci¨®n de la vacante producida al presidente del ¨®rgano que lo eligi¨® -el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ)- puede dejar una vez m¨¢s en evidencia a los pol¨ªticos. Porque si el presidente del Consejo, Javier Delgado Barrio, incluye el asunto, como parece, en un inminente pleno y si el ¨®rgano plural que preside logra ponerse de acuerdo, tambi¨¦n por tres quintos, sobre un magistrado que represente dignamente al poder judicial en el Tribunal Constitucional, el retraso del Senado resultar¨¢ a¨²n m¨¢s clamoroso.

Aunque es sabido que la decisi¨®n ¨²ltima no corresponde a los senadores, sino a los dirigentes pol¨ªticos de los grupos representados en la C¨¢mara, no ser¨ªa desde?able que su presidente introdujera el punto de la renovaci¨®n en el orden del d¨ªa de los sucesivos plenos hasta que se produzca el acuerdo. De ese modo, Aznar y Almunia se ver¨ªan tal vez compelidos a ahorrar a sus senadores el bochorno de que se les recordase cada d¨ªa que los que hacen las leyes no las cumplen.