CC OO celebra la creaci¨®n hace 35 a?os del primer grupo obrero estable y clandestino en Vizcaya
El 23 de mayo de 1963 naci¨® en Vizcaya la primera Comisi¨®n Obrera estable espa?ola. Ayer se cumpli¨® el 35 aniversario de un hecho que, marc¨® un hito en el sindicalismo espa?ol y contribuy¨® a abrir la puerta hacia la democracia. "La mejora de las condiciones de los trabajadores eran un grito de libertad", asegura el bilba¨ªno David Morin, miembro de la primera Comisi¨®n Obrera, integrada por trabajadores de distintas empresas como Firestone, AHV, Babcock Wilcox y La Naval. Este grupo sindical vivi¨® al calor de dos fechas que, en opini¨®n de Morin, cambiaron la historia del movimiento obrero: las celebraciones del Primero de Mayo de 1947 y de 1964 en Bilbao. Entonces, ser sindicalista supon¨ªa vivir entre la legalidad y la clandestinidad, con reuniones secretas en los montes de la Margen Izquierda y las sacrist¨ªas de las iglesias aliadas. Seg¨²n la consigna del Partido Comunista, estos precursores de la lucha obrera compaginaban la clandestinidad con la presencia en el Sindicato Vertical impuesto por el R¨¦gimen franquista, "donde pod¨ªamos reclutar a otros compa?eros", explica el veterano sindicalista, de 69 a?os de edad. La c¨¢rcel de Carabanchel fue la vivienda de Morin durante 5 a?os, 4 meses y 60 d¨ªas en las d¨¦cadas de los a?os 50 y 60. "En la c¨¢rcel, les d¨¢bamos clases de marxismo a los estudiantes, entre ellos, a [Jos¨¦] Barrionuevo; hasta el punto de que Le Monde dijo que la c¨¢rcel de Carabanchel era la mejor Universidad de Espa?a", recuerda Morin, que hasta hace siete a?os ocup¨® la direcci¨®n provincial de CC OO en Vizcaya. Este sindicato homenajear¨¢ el pr¨®ximo 5 de junio a Morin y a Pedro Santiesteban, otro de los diez sindicalistas encarcelados en una Asamblea clandestina en Madrid y condenado en el Proceso 1001, que hace tres a?os fueron reconocidos con la Medalla al M¨¦rito en el trabajo. "Hemos aportado mucho a la cultura de la libertad y la democracia en Espa?a y eso no deber¨ªa quedar en el olvido", se queja Santiesteban. De la misma opini¨®n es Morin, que asegura que ha recibido "visitas de muchos historiadores americanos y europeos, pero ning¨²n espa?ol se ha interesado por conocer esta parte de la Historia".
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