Las logias mas¨®nicas abren sus puertas a la participaci¨®n de mujeres

Una treintena de organizaciones mas¨®nicas procedentes de todo el mundo celebraron el pasado fin de semana en Barcelona su asamblea anual. La Gran Logia Simb¨®lica Espa?ola (GLSE), la segunda en implantaci¨®n en el territorio espa?ol, es una obediencia mixta que acoge en su templo tanto a hombres como a mujeres porque considera que ha quedado desfasado el antiguo principio de que para ser mas¨®n era imprescindible ser "hombre, libre y de buenas costumbres".

Sectas y fundamentalismos En los trabajos de las logias los hombres y las mujeres participan en terreno de igualdad. El peso de las mujeres en el peque?o universo mas¨®nico de la GLSE se pone de relieve en que el cargo de Gran Maestra Adjunta, la n¨²mero dos de la organizaci¨®n, lo desempe?a una mujer. Entre los asuntos que fueron objeto de reflexi¨®n en Barcelona figura de manera particular las sectas y el pensamiento sectario. Los masones dedicaron buena parte de su atenci¨®n a cuestiones como los fundamentalismos ideol¨®gicos y religiosos. A unas personas que preconizan la tolerancia y la justicia como valores supremos, les preocupan seriamente los signos insolidarios y la intolerancia creciente de la sociedad. Pero reconocen que no es f¨¢cil trasladar al exterior del templo lo que significa la masoner¨ªa. Para empezar, prepararon la llamada Declaraci¨®n de Barcelona 1998, que trata de resumir en cinco puntos los principales objetivos que persiguen. En este inicio de etapa, los masones se aplicar¨¢n el axioma de que el movimiento se demuestra andando: si uno de los logros de este siglo es la incorporaci¨®n de la mujer a muchos ¨¢mbitos de la sociedad que antes le estaban vedados, la GLS no pod¨ªa cerrar sus ojos ni sus puertas a esta evidencia.