Los actores virtuales invaden las televisiones

Comprobado lo lento y costoso que resulta lanzar y promocionar a cualquier nueva estrella, las televisiones de Estados Unidos est¨¢n recurriendo a la f¨®rmula instant¨¢nea de revivir virtualmente a actores y famosos del pasado como reclamo de audiencia. La publicidad dio la idea, poniendo a Fred Astaire y a John Wayne en anuncios de aspiradoras y cerveza, respectivamente. Ahora, diversas teleseries reciben peri¨®dicamente la visita especial de viejas glorias, como Lucille Ball, y un canal ha usado una imagen virtual del famoso Ed Sullivan para presentar un espect¨¢culo.

El debate est¨¦tico y moral, bastante m¨¢s complejo a¨²n que el coloreado de cl¨¢sicos del cine, est¨¢ servido. La semana pasada, la cadena de televisi¨®n UPN escribi¨® un peque?o pero importante cap¨ªtulo en la historia del medio al emitir un programa de variedades presentado por una imagen computerizada de la estrella televisiva Ed Sullivan, muerto en 1974. Para hacerse una idea, es el equivalente emocional de revivir por ordenador a Kiko Ledgard para que presente de nuevo el Un, dos, tres. Ed Sullivan fue el presentador de variedades que en los a?os cincuenta y sesenta llev¨® a los hogares americanos a los Beatles y a Elvis Presley a trav¨¦s de su programa en la cadena CBS. El programa del pasado lunes se llam¨® Ed Sullivan virtual, y sus contenidos (una docena de numeritos propios de cualquier especial Nochevieja) son lo de menos. Lo importante es el camino que marca en la creciente utilizaci¨®n de actores fallecidos y otros personajes que son o bien dise?ados de nuevas o bien insertados por ordenador a partir de pel¨ªculas antiguas en programas nuevos.

La publicidad, pionera

La publicidad ha sido pionera en el uso de esta tecnolog¨ªa. En EEUU se han visto ¨²ltimamente anuncios de coches en el circo romano de Ben Hur, y a John Wayne en un bar contempor¨¢neo bebiendo cerveza de marca Coors, y el a?o pasado caus¨® sensaci¨®n la publicidad de una marca de aspiradoras que puso a Fred Astaire bailando con su producto. La serie Walker, Texas Ranger, que protagoniza Chuck Norris, ha tenido como invitado estrella nada menos que a Steve McQueen, perfectamente integrado en la acci¨®n, y en la telecomedia The nanny reapareci¨® la comedianta Lucille Ball (del cl¨¢sico programa I love Lucy). En Murphy Brown apareci¨® virtualmente hace poco el gran periodista de los a?os cincuenta Edward Murrow, el ¨ªdolo de la protagonista.El debate que genera esta nueva moda no es de tipo legal, ya que las intervenciones de los actores fallecidos son siempre acordadas con sus herederos o representantes legales, que administran el uso de su imagen, sino m¨¢s bien de ¨ªndole moral y est¨¦tica. "Los resultados van desde el homenaje inteligente hasta el comercialismo m¨¢s detestable", escrib¨ªa hace poco la cr¨ªtica de televisi¨®n de The New York Times, a?adiendo que "no parece que esta tendencia vaya a terminar pronto. La sensaci¨®n de esta temporada en EEUU es la serie Ally McBeal, que mezcla humor y drama en un despacho de abogados. De vez en cuando aparece la perturbadora imagen generada por ordenador de un beb¨¦ en pa?ales que baila o corretea durante una escena. El beb¨¦ virtual se ha convertido en un ins¨®lito personaje secundario que hasta se puede descargar de Internet en forma de fichero. Todo parece indicar que en poco tiempo este tipo de personaje podr¨ªa tener un papel relevante o incluso protagonista.