200.000 espa?oles estudian idiomas en el extranjero
El sector registra un volumen de negocio de 100.000 millones de pesetas anuales
Algo m¨¢s de 200.000 j¨®venes espa?oles acudir¨¢n este verano al extranjero para estudiar idiomas, lo que supondr¨¢ un volumen de negocio superior a los 100.000 millones de pesetas, seg¨²n la Asociaci¨®n Espa?ola de Promotores de Cursos en el Extranjero (Aseproce), entidad sin ¨¢nimo de lucro que aglutina a m¨¢s de 70 empresas espa?olas del sector, y la ¨²nica que contiene un c¨®digo de autorregulaci¨®n para evitar fraudes y ofrecer cobertura legal a los usuarios.Esta asociaci¨®n ha iniciado una campa?a informativa a fin de evitar los frecuentes fraudes en este tipo de ofertas. ?Hay que asesorarse; analizar qu¨¦ incluye el programa y c¨®mo se va a desarrollar. Si se opta por r¨¦gimen de familia, hay que estar seguros de que no es una pensi¨®n y de que el alumno tendr¨¢ tutores, seguro m¨¦dico, asistencia en viaje; cu¨¢ntas horas reales de clase recibir¨¢ y qu¨¦ instituci¨®n imparte el curso?, se?ala el presidente de Aseproce, Clodoaldo Casaseca.
Esta asociaci¨®n har¨¢ llegar en los pr¨®ximos d¨ªas un comunicado a todos los centros docentes del pa¨ªs en el que se explican las graves consecuencias que pueden derivarse de contratar un viaje con una empresa que no est¨¦ legalmente establecida en Espa?a.
Escaso control
Se trata de una circunstancia bastante probable, dado que el ¨²nico control oficial aplicable al sector se reduce a un ep¨ªgrafe especial creado por el Ministerio de Econom¨ªa y Hacienda a instancias de Aseproce, y ello pese a que es una actividad econ¨®mica que creci¨® un 5% en 1997. ?El 70% de las empresas son legales, pero el 30% restante, aparte del fraude fiscal, est¨¢ perjudicando gravemente al sector, porque genera desconfianza en los consumidores, que se muestran reticentes a enviar a sus hijos al extranjero ante el temor de una carencia en las infraestructuras o una deficiente calidad del servicio en el pa¨ªs de destino?, se?ala Casaseca.Desde hace a?os, Aseproce viene reclamando un control m¨¢s minucioso por parte de la Administraci¨®n, y tanto el Ministerio de Econom¨ªa como la Agencia Tributaria se comprometieron a llevar a cabo inspecciones para una actividad cuyos principales destinatarios son escolares y j¨®venes. ?Pero, hasta la fecha, este control es pr¨¢cticamente inexistente?, advierte la asociaci¨®n.
Aseproce, como promotora sin ¨¢nimo de lucro, dispone de un servicio de asesoramiento gratuito a centros educativos y particulares ( 902 11 64 67 y, en Internet, www.aseproce.org ). ?Informamos sobre las garant¨ªas que deben contener los cursos e insistimos en que un folleto tiene valor contractual. Nuestro c¨®digo de actuaci¨®n nos compromete legalmente a cumplir y responder ante cualquier posible eventualidad. Muchos problemas podr¨ªan haberse evitado si al contratar se interrogase m¨¢s y mejor sobre lo que uno est¨¢ pagando. Hay que ser igual de exigentes que cuando compramos un electrodom¨¦stico?, insiste la asociaci¨®n. Los cursos de idiomas en el extranjero se han convertido en los ¨²ltimos a?os en una v¨ªa de aprendizaje alternativa que permite, adem¨¢s del estudio de un idioma, encauzar el rumbo acad¨¦mico de un alumno.
El idioma preferido es el ingl¨¦s, que aglutina al 90% de la demanda, y los pa¨ªses de destino, por este orden, Reino Unido (70.000 alumnos), Irlanda (40.000 alumnos), Estados Unidos (30.000 alumnos) y Canad¨¢ (15.000 alumnos). Le siguen Francia (4%), Alemania (3%) y Australia, Austria, Suiza y Nueva Zelanda (3% restante).
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