El conservador Mahuad y el populista Noboa se disputan hoy la presidencia de Ecuador

Los ecuatorianos acuden hoy a las urnas para elegir al sustituto del presidente interino, Fabi¨¢n Alarc¨®n, renovar el Congreso y los consejos provinciales y municipales. Salvo sorpresas, dos candidatos de perfiles bien contrapuestos pasar¨¢n a la segunda vuelta, convocada para el pr¨®ximo 12 de julio, de la que saldr¨¢ el pr¨®ximo presidente de la Rep¨²blica. El candidato de la Democracia Popular (centroderecha), Jamil Mahuad, un pol¨ªtico de impecable curr¨ªculo con gran popularidad, que cultiva la imagen de honestidad y buen gestor avalada por dos mandatos al frente de la alcald¨ªa de Quito es el m¨¢ximo favorito.Su principal contrincante, el empresario bananero ?lvaro Noboa, del Partido Roldosista Ecuatoriano, atesora un buen conocimiento del mundo de los negocios -se le atribuye la primera fortuna del pa¨ªs- y escasa experiencia pol¨ªtica. Durante toda la campa?a ha sido incapaz de presentar un programa pol¨ªtico, no ha participado en debate alguno y ha rechazado cuantas entrevistas se le han solicitado. La peor mancha en su tarjeta de visita es la estrecha relaci¨®n que mantiene con su correligionario y amigo Abdal¨¢ Bucaram, el presidente que fue destituido por el Congreso por ?enajenaci¨®n mental?, cuyo recuerdo provoca pesadillas en muchos ecuatorianos. Noboa empez¨® la campa?a con un tono moderado y distanci¨¢ndose de Bucaram, pero finalmente impuso el discurso populista y barriobajero de su mentor, que, a pesar de vivir exiliado en Panam¨¢ y tener prohibida la entrada en el pa¨ªs, ha participado en la campa?a a trav¨¦s del canal de televisi¨®n de su propiedad.

Bucaram trat¨® de convertir las elecciones de 1996 en una confrontaci¨®n entre ricos y pobres. Noboa ha resucitado en esta campa?a el viejo enfrentamiento entre la costa (Guayaquil) y la sierra (Quito). El fen¨®meno climatol¨®gico del Ni?o puso de relieve esta realidad. Las provincias costeras fueron las m¨¢s afectadas por las inundaciones, miles de familias han perdido sus hogares y viven hoy una situaci¨®n desesperada. Olvidados por las autoridades, muchos de los habitantes del litoral quedar¨¢n marginados de ejercer el derecho al voto por el total aislamiento en que siguen las poblaciones. Noboa ha aprovechado la desaz¨®n de los coste?os hacia los pol¨ªticos para intentar capitalizar el voto, con una campa?a populista, de gestos espectaculares y promesas de dudoso cumplimiento. La abstenci¨®n, que en las ¨²ltimas consultas electorales rond¨® el 40%, puede superar hoy este porcentaje, seg¨²n las ¨²ltimas encuestas.