Pantani alcanza su leyenda
El Pirata destroza a Z¨¹lle en la Marmolada y lidera el Giro
Pantani persigui¨® a su leyenda a trav¨¦s de los Dolomitas, de la Marmolada y el Sella, y la alcanz¨®. Por primera vez en su carrera, el escalador calvo estuvo a la altura de su mito. Por primera vez en su vida tambi¨¦n, un ataque de alta envergadura le condujo al liderato, a la maglia rosa que tantas veces ha cortejado y tan esquiva le ha sido. Su ataque, anunciado y necesario (sali¨® de la contrarreloj a casi cuatro minutos del l¨ªder, Z¨¹lle), al pie de la Marmolada, a 50 kil¨®metros de la meta, teniendo por delante tambi¨¦n la cima Coppi (el Paso di Sella), no se qued¨® en fuegos artificiales, en mero acto heroico sin m¨¢s recompensa que el reconocimiento a su coraje. Ayer no. Pantani recuper¨®, corregido y aumentado, lo perdido en la contrarreloj y lidera la general con 30s sobre Tonkov, 31s sobre Guerini y1.01m sobre Z¨¹lle. La etapa, endurecida por la haza?a de Pantani, fue un verdadero matahombres: 34 corredores, entre ellos Bartoli y los espa?oles Edo, Mart¨ªn Perdiguero, Otxoa y Horrillo, llegaron fuera de control, a m¨¢s de 38m. Otros nueve (entre ellos Cipollini) abandonaron. Quedan 100 corredores en carrera de los 162 que la iniciaron. Hoy y ma?ana, m¨¢s monta?a, m¨¢s espacio para la leyenda y para el sufrimiento.Su ataque, brutal y demoledor como s¨®lo es capaz de perge?ar cuando las rampas se inclinan hacia la vertical, llev¨® al hasta entonces s¨®lido suizo hasta m¨¢s all¨¢ de sus reservas, le hizo reventar (Z¨¹lle perdi¨® 4.37m en la meta). A Tonkov, el hombre que encendi¨® la mecha, le dej¨® tambaleando (2.04m), pero no pudo rematarlo. S¨®lo otro escalador puro, el irregular Giuseppe Guerini, aguant¨® el ritmo de Pantani, termin¨® ali¨¢ndose con ¨¦l y, como premio, se llev¨® el triunfo de etapa en Selva Val Gardena.
Z¨¹lle luch¨® contra la f¨ªsica, contra el 18% de algunos puntos de los 14 kil¨®metros de la Marmolada y contra la voluntad indomable de Pantani de rebelarse contra el orden establecido, esa casi ley que indicaba que le ser¨ªa imposible recortar 4m a un hombre como Z¨¹lle, el Indur¨¢in redivivo. Pero Pantani, el creador, se invent¨® el Mortirolo (el puerto m¨¢s duro de Italia, ausente este a?o) en la Marmolada.
Sin embargo, Z¨¹lle no entreg¨® su alma del todo. "En mi vida hab¨ªa subido un puerto tan duro como la Marmolada", dijo. "Y he explotado". Explosi¨®n controlada. Las pulsaciones por los suelos, los m¨²sculos reclamando ox¨ªgeno y el coraz¨®n neg¨¢ndose a proveerlos. Pero salv¨® los muebles en lo que consider¨® su "d¨ªa malo", una jornada en la que el vencedor de las dos ¨²ltimas Vueltas acus¨® los esfuerzos de las dos primeras semanas del Giro. Y no ha perdido el Giro.
Tampoco Pantani lo ha ganado, aunque tenga dos d¨ªas seguidos con finales en alto (el tremendo Alpe de Pampeago hoy, el terrible Plan de Montecampione ma?ana). El peligro se llama Tonkov, inferior a ¨¦l subiendo pero no tanto como para perder el previsible tiempo que le saque en la contrarreloj de 34 kil¨®metros del s¨¢bado ( en los 40 kil¨®metros de Trieste aventaj¨® al Pirata en 2.4m). Y el peligro se sigue llamando Z¨¹lle. Todo, si Pantani no sigue siendo el hombre m¨¢gico.
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