Farn¨®s y la conspiraci¨®n del silencio
Los esfuerzos del conseller Farn¨®s para eludir toda responsabilidad en el caso del brote de hepatitis C resultar¨ªan c¨®micos si no fuera por la gravedad del hecho (m¨¢s de 300 personas afectadas) y por constituir un atentado a la inteligencia su intento de salir indemne a pesar de las evidencias que sit¨²an a la consejer¨ªa como conocedora del brote desde el 3 de febrero. Es tal el celo de la consejer¨ªa por eludir sus responsabilidades que no se les ha ocurrido mejor idea que personarse como acusaci¨®n particular en el futuro proceso. Pero el juez ha actuado conforme a derecho desestimando esta iniciativa y advirtiendo que muy probablemente la consejer¨ªa misma ser¨¢ incluida como responsable civil subsidiario. El conseller Farn¨®s ha pretendido en primer lugar acallar el tema, creando alrededor del caso una espesa cortina de silencio. La consejer¨ªa tard¨® m¨¢s de dos semanas, despu¨¦s de que el brote apareciera a la luz p¨²blica el pasado 20 de marzo, en emitir el primer comunicado. A partir de entonces todo el empe?o de la consejer¨ªa ha sido endosarle el problema en exclusiva al anestesista presunto responsable de un todav¨ªa indeterminado n¨²mero de contagios. Para ello, Farn¨®s no ha dudado en difundir informaci¨®n confidencial del anestesista para encanallar su imagen ante la opini¨®n p¨²blica y hacer de ¨¦l un aut¨¦ntico chivo expiatorio de su propia incapacidad como gestor. Cuando a mediados de abril se conoce que el anestesista s¨®lo parece haber participado en el 60% de los casos, el conseller, en su intento de echar balones fuera, responsabiliza a un grupo de m¨¦dicos acus¨¢ndoles de un pacto de silencio para ocultar el brote en una actitud corporativa que les hace aparecer como depravados mafiosos ante la opini¨®n p¨²blica. Finalmente, ante la avalancha de testimonios que sit¨²an a la consejer¨ªa como conocedora del hecho con antelaci¨®n, el conseller y su entorno no se privan de amenazar a quien se le ocurra hacer la m¨ªnima insinuaci¨®n en ese sentido. Es el todo vale para que prevalezcan los intereses, en este caso verdaderamente corporativos, de la consejer¨ªa y del PP frente a los intereses de una sociedad que tiene derecho a que se proteja su salud y a estar informada de manera transparente. ?D¨®nde est¨¢n sus responsabilidades, se?or Farn¨®s? ?C¨®mo es posible hacer un ejercicio tan burdo de autismo pol¨ªtico? Su administraci¨®n es responsable de los servicios de epidemiolog¨ªa que en condiciones normales son capaces de detectar cualquier brote, pero que desde que el PP accedi¨® a gobernar han ido perdiendo efectividad debido al abandono al que han sido sometidos durante estos tres a?os. Tambi¨¦n es responsable de los servicios de Medicina Preventiva de los hospitales que deber¨ªan aplicar la normativa de salud laboral y tener un control efectivo de los profesionales sanitarios que trabajan para la sanidad p¨²blica. Suya es la responsabilidad, que ahora pretende eludir, de haber derivado al plan de choque con las cl¨ªnicas privadas a m¨¢s de 30.000 ciudadanos sin tener ning¨²n conocimiento de las condiciones asistenciales, ni de plantilla de estas cl¨ªnicas, que como hemos visto en el caso de La Salud no disponen de los registros obligados por la Consejer¨ªa de Sanidad, como establecimientos sanitarios. Usted es el responsable de los servicios de inspecci¨®n que deber¨ªan haber conocido el estado de estos establecimientos sanitarios privados que atienden por decisi¨®n expresa suya a miles de ciudadanos valencianos. A todas estas responsabilidades derivadas de sus decisiones pol¨ªticas hay que a?adir la m¨¢s directa de todas. La consejer¨ªa conoc¨ªa desde principios de febrero la existencia del brote y no fue hasta que el caso estalla en la prensa, el 20 de marzo, que se toman decisiones como la de apartar al anestesista presuntamente implicado de su actividad asistencial en La Fe. Despu¨¦s de las distintas manifestaciones del director general de Salud P¨²blica y las suyas propias en contra de que hab¨ªan sido informados a principios de febrero, hace unos d¨ªas se desdice admitiendo que hubo esa conversaci¨®n con el Dr. Garc¨ªa Lomas, pero que ¨¦ste plante¨® el problema como un caso te¨®rico sin relaci¨®n con la realidad. Si la consejer¨ªa ha mentido una vez, sosteniendo que dicha conversaci¨®n no se produjo ?qu¨¦ credibilidad tiene ahora para afirmar que la conversaci¨®n se bas¨® en una especulaci¨®n te¨®rica? Resulta dif¨ªcil creer que el Dr. Garc¨ªa Lomas, ante un problema tan grave y dada la confianza que el conseller insin¨²a entre aqu¨¦l y el director general de Salud P¨²blica, se limitara a hacer un planteamiento te¨®rico y el director general no indagara m¨¢s. En cualquier caso, no se comprende por qu¨¦ entonces el Dr. Garc¨ªa Lomas no ha sido expedientado, ya que conoc¨ªa el caso y lo ocult¨®. De aqu¨ª se deduce que la ¨²nica conspiraci¨®n de silencio real es la que manifiesta la gerente de la Cl¨ªnica La Salud amenazada por el conseller con cerrarle la cl¨ªnica si no cejaba en su empe?o de sacar a relucir informaci¨®n que pod¨ªa afectar a la consejer¨ªa. No se comprende por qu¨¦ Farn¨®s y su equipo no han presentado ya su dimisi¨®n, ante un esc¨¢ndalo que pone en evidencia la pol¨ªtica privatizadora de la consejer¨ªa, su gesti¨®n poco profesional basada en amenazas y opacidad informativa e incluso su credibilidad. Pero para la sociedad valenciana es todav¨ªa m¨¢s incomprensible que el presidente Zaplana no haya tomado cartas en el asunto cesando al conseller y su equipo, ante un tema que afecta a la salud de los valencianos y que salpica directamente la actuaci¨®n pol¨ªtica del PP. Es m¨¢s, es reprobable que sus comentarios hayan ido en la misma direcci¨®n de su conseller, intentando eludir responsabilidades al afirmar que este asunto est¨¢ controlado y es ya pret¨¦rito. ?Ser¨¢ verdad aquello que contaban que Farn¨®s era una imposici¨®n a Zaplana del mism¨ªsimo Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, a instancias del inefable Carlos Fabra? S¨®lo una raz¨®n de estas caracter¨ªsticas parece estar evitando que Zaplana prescinda de un conseller que, de mantenerse, erosionar¨¢ de manera rotunda la credibilidad del PP e hipoteca ya, la imagen exterior de la Comunidad. Y si no al tiempo.
Clara Puig, en nombre del Colectivo Salud para Todos de ACDESA.
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