Prisas por pactar
Sea porque pretendan constituirse en eje de una nueva "mayor¨ªa plural", seg¨²n la f¨®rmula acu?ada en Francia; sea por la necesidad de salir de una dura etapa de asedio pol¨ªtico-medi¨¢tico y aislamiento social; o porque crean que la primera y m¨¢s urgente causa com¨²n de la izquierda consiste en construir un frente de rechazo capaz de desalojar al PP del Gobierno, los socialistas han emprendido una b¨²squeda afanosa de aliados para las pr¨®ximas competiciones electorales. Incorporar a esa personalidad llamada independiente que denuncia la pol¨ªtica de partidos excepto cuando uno le ofrece un puesto relevante; pactar con ese otro tipo de pol¨ªtico que justifica mantener abierta su peque?a tienda por el horror a abrir un mostrador en el gran almac¨¦n; o, en fin, renovar los contactos con el rival hist¨®rico y m¨¢s correoso: nada parece arredrar al PSOE en esta nueva etapa que clausura definitivamente uno de los supuestos b¨¢sicos de la inconmovible estrategia de Felipe Gonz¨¢lez: que, en Espa?a, los socialistas tienen que llegar solos al Gobierno; que no valen los pactos a la italiana, por la derecha, ni los programas comunes a la francesa, por la izquierda.A la espera de lo que pueda dar de s¨ª la metodolog¨ªa epistolar ensayada con IU, y providencialmente aparcada para mejor ocasi¨®n la mano tendida por un eurodiputado que se presentaba como funcionario de la ¨¦lite internacional de la solidaridad, el primer resultado de la nueva estrategia socialista es el pacto con Nueva Izquierda que tanta ilusi¨®n ha despertado en Cristina Almeida. Apoyada y querida por este pueblo de Madrid que tanto se merece un "Gobierno de ilusi¨®n", se confesaba hace unos d¨ªas "muy ilusionada" porque observaba que "el pacto ilusionante" de su partido y el PSOE "hab¨ªa ilusionado a mucha gente". Tan exultante lleg¨® a sentirse que hasta un acuerdo mu?ido y ejecutado para acabar, en Madrid al menos, con las elecciones internas de candidatos socialistas a cargos p¨²blicos se le revel¨® como "un paso m¨¢s en el proceso abierto en el PSOE con las primarias". Por arte de birlibirloque, la designaci¨®n de una candidata perpetrada por las c¨²pulas de dos partidos se convert¨ªa en la mejor prueba de lo estupendo que son las primarias, especialmente si, como es el caso, para evitarlas sale de rebote una candidata unitaria.
Las prisas por pactar han situado as¨ª al ¨²nico partido de la izquierda capaz de presentarse a los electores sin ocultar su nombre ante una contradicci¨®n que, a diferencia de las dial¨¦cticas, no se puede resolver en una s¨ªntesis superior como pretende Almeida con su ejercicio de ilusionismo pol¨ªtico, sino por supresi¨®n de uno de sus t¨¦rminos: o candidatos unitarios o primarias. Pretender que esas dos t¨¢cticas pueden utilizarse alternativamente seg¨²n el buen criterio de la comisi¨®n ejecutiva agudizar¨¢ las tensiones internas del verdadero partido que designa al candidato porque un amplio y tal vez creciente sector de la militancia del PSOE se sentir¨¢ estafado en sus expectativas y comenzar¨¢ a decir en voz alta lo que murmuraba en corrillos. Y lo fuerte del asunto es que tendr¨¢ raz¨®n.
Pues es motivo m¨¢s que razonable para dudar de si la Ejecutiva del PSOE piensa dos veces los guiones antes del rodaje de sus pel¨ªculas cantar un d¨ªa las alabanzas de un m¨¦todo para al siguiente, y porque el primer experimento ha salido mal para quienes ostentan el poder de la organizaci¨®n, sacarse de la manga otro que liquida el anterior con argumentos de la demagogia populista. Hubo un momento en que pudo optar por una u otra f¨®rmula, pero en pol¨ªtica las opciones se van cerrando a medida que se toman decisiones. La Ejecutiva socialista no tiene ya m¨¢s remedio que culminar el proceso de primarias aunque est¨¦ convencida de que en la experiencia se juega su futuro. Liquidar ese m¨¦todo porque alg¨²n estratega lucubre que perder las primeras elecciones sea la ¨²nica forma de mantenerse en el poder para as¨ª estar en condiciones de ganar las siguientes significa adentrarse por una senda que puede acabar en el estallido del PSOE o, m¨¢s probablemente, en una situaci¨®n end¨¦mica de sordas luchas intestinas. En ambos casos, el PSOE quedar¨ªa inservible para ganar elecciones no ya en ocho a?os como algunos esperan, sino en 18 como muestran los casos brit¨¢nico y alem¨¢n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.