Otra vez la torre

Otra vez, se?ora alcaldesa, la han dejado en evidencia sus propios compa?eros de partido. Su querido PP hace en otras autonom¨ªas lo que desprecia en la Comunidad Valenciana. La torre de telecomunicaciones que ya estaba en construcci¨®n en la Ciudad de las Ciencias desapareci¨® un buen d¨ªa del proyecto de Calatrava a consecuencia de un ataque de celos de su presidente-enemigo, Eduardo Zaplana, inventor de esa m¨¢xima tan rimbombante como vac¨ªa que es el "poder valenciano". ?D¨®nde est¨¢ ese poder, se?or Zaplana? Mientras aqu¨ª, a sus actuales gobernantes se les llena la boca de orgullo a pesar de sus ya numerosos esc¨¢ndalos pol¨ªticos y, llenos de revancha anulan un proyecto -la torre- poniendo como pretexto unos argumentos tan mezquinos como poco cre¨ªbles, en Madrid sus propios compa?eros hacen bandera de esos mismos argumentos para justificar la construcci¨®n de la torre que su presidente, se?ora alcaldesa, no tuvo reparos ni verg¨¹enza en destruir, sin importarle los miles de millones que se perdieron, ni los sentimientos de miles de valencianos que aspir¨¢bamos a tener como s¨ªmbolo de Valencia un elemento de modernidad, quit¨¢ndonos de encima los complejos acumulados durante 300 a?os de ciudadanos de segunda, provincianos y habitantes de un inexistente Levante que ustedes, la derecha, han fomentado desde que el Reino de Valencia dej¨® de existir para convertirse en una comparsa de feria que se pasea dolida, pero conformada, por una Espa?a inventada, donde se llena de torres de telecomunicaciones a costa del sudor de los trabajadores valencianos y de los impuestos que salen del jugo de las naranjas. Una vez m¨¢s, se?ora Barber¨¢ ha hecho usted el rid¨ªculo; vaya con su permanente sonrisa a explic¨¢rselo a los vendedores del Mercado Central, quiz¨¢s ellos la comprendan.- . .