La Comisi¨®n critica a los 15 Gobiernos por no dar alternativas a su pol¨ªtica de cohesi¨®n

La Comisi¨®n Europea acaba de pedir a los 15 Gobiernos de la Uni¨®n Europea que planteen alternativas constructivas y globales a su plan de reforma de los Fondos Estructurales para el periodo 2000-2006 contenido en la Agenda 2000. En una carta que ha enviado a los respectivos ministros de Hacienda a la que ha accedido EL PA?S, la comisaria de Pol¨ªtica Regional, Monika Wulf-Mathies, lamenta el ego¨ªsmo corporativo por el que "cada ministerio desea mantener su propio programa sectorial", obstaculizando la reforma.

El llamamiento precede al debate informal que inicia hoy en Glasgow el Consejo de Ministros comunitarios de Pol¨ªtica Regional. Traza un balance muy cr¨ªtico de las discusiones previas mantenidas en los comit¨¦s t¨¦cnicos. Aunque los Quince han aplaudido los principios inspiradores de la reforma -concentrar las ayudas, simplificar los mecanismos y descentralizar la gesti¨®n-, se oponen a ella en los puntos que m¨¢s les afectan.M¨¢s concretamente, los Gobiernos favorecen "un enfoque marcadamente selectivo" de estos objetivos, "ya que aceptan lo que sirve a los intereses creados de los ministerios nacionales, las regiones actualmente beneficiarias o la posici¨®n presupuestaria neta del pa¨ªs". Pero "tienden a rechazar" las medidas destinadas a "mejorar la pol¨ªtica regional europea en su conjunto".

As¨ª sucede con el principio de concentraci¨®n, mediante el cual Bruselas pretende concentrar las ayudas en menos poblaci¨®n, la m¨¢s necesitada (del 51% de la poblaci¨®n actualmente beneficiaria, se pasar¨ªa a un 40%), por razones financieras y de reforzar la cohesi¨®n. "El conjunto de las reacciones nacionales" contradictorias dificulta la puesta en pr¨¢ctica de la concentraci¨®n, alerta la carta.

?Por qu¨¦? Porque mientras los ministros de Hacienda desean ahorrar algo concentrando la poblaci¨®n beneficiaria -y no superando el actual umbral dedicado a la pol¨ªtica de cohesi¨®n, el 0,46% del producto interior bruto (PIB) comunitario-, otros colegas suyos consideran que la norma no va con ellos "y no se les debe aplicar plenamente, alegando habitualmente circunstancias especiales".

La comisaria tambi¨¦n constata una "bastante asombrosa" resistencia a la descentralizaci¨®n, por la que Bruselas pretende otorgar mayor papel a las regiones en la pol¨ªtica de cohesi¨®n y la responsabilidad de su gesti¨®n cotidiana a los Estados, reserv¨¢ndose un papel estrat¨¦gico y de control ¨²ltimo. Y a la simplificaci¨®n, por la que se busca fusionar en uno solo todos los programas destinados a una regi¨®n, evitando duplicidades.

Ese rechazo procede, acusa Wulf-Mathies, "del deseo de los ministerios nacionales de acotar su territorio pol¨ªtico", porque "cada ministerio desea mantener su propio programa sectorial", aunque ello sea globalmente ineficaz.

Recelo de Espa?a

La responsable de la pol¨ªtica de cohesi¨®n europea se queja tambi¨¦n del recelo manifestado desde varios Gobiernos -entre ellos, el espa?ol- a la "reserva de buena ejecuci¨®n" que propuso en la Agenda 2000. Esta reserva separar¨ªa un 10% de los casi 240.000 millones de euros (cerca de cuarenta billones de pesetas) dedicados a la pol¨ªtica estructural o de cohesi¨®n durante todo el periodo para premiar a quienes mejor apliquen sus programas.Los que se oponen a ello "parecen rechazar el concepto de que los encargados de la gesti¨®n del programa" (los Gobiernos), "sean considerados responsables de los costes y de los resultados" de los mismos, argumenta la comisaria alemana.

Y adem¨¢s, nadie ha propuesto "operativas alternativas". "?Se puede justificar ante el contribuyente" el mantenimiento del viejo sistema, que "carece de incentivos a una gesti¨®n sana y eficaz?", interroga Monika Wulf-Mathies.