"Me siento objeto de una caza y captura instrumentada desde la mezquindad"
Francisco Herrera tiene 48 a?os. Es madrile?o, comunista y portavoz de Izquierda Unida en el Ayuntamiento de Madrid. Se muestra muy celoso por conservar un estilo de vida estable, dedicado a su compa?era, Anabel Gonz¨¢lez, al estudio y al trabajo a partes iguales. Herrera simultane¨® trabajos temporales como camarero y obrero de la construcci¨®n con estudios de Periodismo, que culmin¨® con su licenciatura en Ciencias de la Informaci¨®n. Muy joven se integra en el Partido Comunista de Espa?a, al que accede desde el movimiento vecinal, en el que desempe?aba un papel destacado como fundador de la Asociaci¨®n de Vecinos de Arganzuela. Desde que en 1982 fuera concejal de Tr¨¢fico, de Centro y Fuencarral, bajo la alcald¨ªa de Enrique Tierno, nunca ha abandonado la primera l¨ªnea de la pol¨ªtica municipal, de cuyos saberes se considera, con seis libros publicados, un experto. Es responsable de Pol¨ªtica Municipal en el seno de la direcci¨®n federal de Izquierda Unida. En d¨ªas recientes ha anunciado que abandona su candidatura a la alcald¨ªa de Madrid por Izquierda Unida, y lo atribuye a "mezquindad y cinismo".Pregunta. ?Qu¨¦ entiende por mezquindad y cinismo?
Respuesta. La deslealtad, la mentira, el decir una cosa delante de una persona y hacerle otra muy distinta por la espalda.
P.?Ha observado en estos d¨ªas a su alrededor algo parecido?
R. S¨ª.
P. ?De alguna persona?
R. S¨ª, concretamente de ?ngel P¨¦rez, n¨²mero uno de Izquierda Unida por Madrid, y del n¨²mero dos, Antero Ruiz.
P. ?Qu¨¦ siente tras lo sucedido?
R. En el caso de ?ngel P¨¦rez no me duele, porque no soy amigo suyo. En el caso de Ruiz me duele mucho, porque yo s¨ª era su amigo.
P. ?Por qu¨¦ raz¨®n entre gentes de izquierda las pol¨¦micas, incluidas las personales, son tan virulentas? ?Es el precio de la libertad o el del dogmatismo?
R. En estos momentos, la izquierda espa?ola, en general, y en particular la izquierda municipal, se encuentran bajo un s¨ªndrome de impaciencia e impotencia.
P. ?Qu¨¦ s¨ªndrome es ¨¦se?
R. Observan c¨®mo el Partido Popular gobierna en el Estado, muchas comunidades aut¨®nomas y much¨ªsimos ayuntamientos. Y no se lo explican. No aciertan a comprender que mande un se?or como Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, al que la izquierda en conjunto considera mediocre y de perfil bajo.
P. ?Por qu¨¦ cree que no lo comprenden?
R. Porque no se dan cuenta de que ahora, en Espa?a, estamos viviendo bajo un ciclo de hegemon¨ªa pol¨ªtica de la derecha conservadora con ritmo propio.
P. ?Qu¨¦ alcance le atribuye?
R. La izquierda, la municipal tambi¨¦n, trata de responder a esa incomprensi¨®n montando castillos de fuegos artificiales, bajo el s¨ªndrome del s¨¢lvese quien pueda. Y quien no encaja en esta visi¨®n pirot¨¦cnica, estrecha y dogm¨¢tica, es expulsado del universo de los aparatos de decisi¨®n.
P. ?Es su caso?
R. S¨ª. Izquierda Unida de Madrid quiere resolver ese problema de fondo con cambios de forma, con operaciones superficiales cuyo desarrollo le llevar¨¢, el 13 de junio de 1999, a una noche electoral muy amarga.
P. ?Es una maldici¨®n, una advertencia o una amenaza?
R. Simplemente les achaco una falta de visi¨®n estrat¨¦gica que pagar¨¢n muy cara.
P. ?C¨®mo interpreta la presencia de Cristina Almeida en la candidatura del PSOE a la Comunidad de Madrid?
R. Considerar que una operaci¨®n en el ¨¢mbito de una alianza del PSOE y el Partido de Nueva Izquierda, con Almeida a la cabeza, es una soluci¨®n alternativa a Ruiz- Gallard¨®n es una equivocaci¨®n muy grave. Tratan de resolver con nombres a secas lo que es un problema mucho m¨¢s profundo.
P. ?Qu¨¦ problema?
R. Sencillamente, el problema que plantea la hegemon¨ªa de las ideas conservadoras en la Comunidad de Madrid y en el ¨¢mbito municipal madrile?o. La izquierda no tiene margen para encontrar salida a ese ciclo adverso. Reducirlo todo a un debate de nombres y de listas... Van a llevarse una leche de proporciones planetarias. No s¨¦ a qu¨¦ juega IU. No les entiendo.
P. ?Y a Julio Anguita?
R. S¨ª, a Anguita s¨ª le entiendo, aunque soy de una cultura pol¨ªtica distinta. Me considero intelectualmente marxista, pol¨ªticamente comunista y mi trayectoria ha sido el eurocomunismo. ?l est¨¢ situado en el pensamiento radical alternativo; comparto en lo global su discurso y me identifico con su definici¨®n de un proyecto pol¨ªtico anticapitalista, formo parte de su equipo.
P. ?Cu¨¢l es el balance electoral de su gesti¨®n en el Ayuntamiento de Madrid?
R. Hace once a?os, IU se present¨® a las elecciones municipales encabezada por Ram¨®n Tamames, padre de todas las patrias, con el que nos ¨ªbamos a comer el mundo. Logramos el 6% de los votos y tres concejales. Tamames se fue a los tres meses con el pretexto del fiasco electoral. Me qued¨¦ al frente de la cosa con un concejal m¨¢s. Once a?os despu¨¦s, en base al esfuerzo, al sacrificio y a la iniciativa, tenemos el 15,6% de los votos y nueve concejales.
P. Esas palabras suenan a despedida pol¨ªtica.
R. En cuanto se refiere al Ayuntamiento, s¨ª, es una despedida total. En junio de 1999 pondr¨¦ punto final a un ciclo.
P. ?Piensa continuar en el PCE?
R. S¨®lo durante los pr¨®ximos 25 a?os. En serio, este sistema capitalista excluye al 20% de la poblaci¨®n del trabajo, de la riqueza, de la propia vida. Es injusto e inhumano. Se necesita que alguien les represente. Yo soy hombre de convicciones de hierro, militante de IU y del PCE. En ninguno de esos sitios me encuentro ni en la periferia ni en la disidencia. Pertenezco a la direcci¨®n federal de IU, como responsable de Pol¨ªtica Municipal. Es una tarea importante.
P. Entonces, ?cu¨¢l es la causa de su malestar?
R. Todo esto no obsta para que me encuentre decepcionado con tres o cuatro personas que controlan Izquierda Unida en Madrid, de las que he recibido un trato indigno. Me han hecho la cama, como se dir¨ªa en lenguaje llano. Me aseguraron, ante testigos, que ser¨ªa el candidato a la alcald¨ªa y luego, a mis espaldas, miserablemente, han dicho y hecho lo contrario. No entiendo que en un partido de izquierda y socialista se monte desde el aparato un golpe de mano....
P. ?Contra usted?
R. Me siento objeto de una operaci¨®n de caza y captura instrumentada desde el cinismo y la mezquindad. Acepto su desenlace, hasta el punto de que he decidido retirarme de la carrera electoral interna y renuncio irrevocablemente a ser el candidato de IU a la alcald¨ªa. Reconozco que no tengo fuerza pol¨ªtica suficiente en IU para contrarrestar este golpe, pero creo firmemente que es producto del instinto suicida recurrente que caracteriza a la izquierda pol¨ªtica en la que milito desde hace 25 a?os. P.?Qu¨¦ elementos incluir¨ªa en una autocr¨ªtica de Francisco Herrera?
R. Me considero una persona que aporta una cultura pol¨ªtica de izquierda, que intenta ser eficaz, met¨®dica y trabajadora, adem¨¢s de dotada de capacidad de iniciativa. Pero... pero no soy ni un Fernando Mor¨¢n ni una Cristina Almeida. No tengo carisma. Carezco de poderes carism¨¢ticos y lo admito.
P. M¨¢s que autocr¨ªtica parece un ataque al populismo, del que usted dijo que hab¨ªa que meterlo en el C¨®digo Penal.
R. Mire, me refiero a que soy capaz de conseguir apoyo de Jos¨¦ Saramago, futuro premio Nobel al que s¨®lo conoce una de cada diez personas, pero me siento incapaz de ser invitado a un programa de Jes¨²s Hermida, al que conocen nueve de cada diez, por esa carencia m¨ªa de carisma... Para ser sincero, le dir¨¦ que no conozco una sola persona carism¨¢tica que no sea neur¨®tica.
P. Tras su experiencia pol¨ªtica, ?cu¨¢l ha de ser la ecuaci¨®n entre ambici¨®n y ¨¦tica?
R. Ha de ser arm¨®nica, pero no con tensiones por los cargos, sino con ambiciones que vuelen.
P. ?Como cu¨¢l?
R. La m¨ªa por convertirme en el mejor municipalista de Espa?a.
P. Juan Barranco y usted abandonan la pol¨ªtica electoral madrile?a al mismo tiempo. ?Alguna relaci¨®n?
R. No. Barranco persegu¨ªa presentarse como candidato del sector cr¨ªtico del PSOE. El golpe de mano que viene de Lissavetzky-Leguina con el PDNI evita esa pretensi¨®n. Mi caso es diferente.
P. Pres¨¦ntenos a In¨¦s Saban¨¦s y a ?ngel Lara, que compiten por la candidatura de IU a la alcald¨ªa. ?Qu¨¦ consejo les da?
R. Apenas les conozco. Les deseo lo mejor. Hoy, dar consejos est¨¢ muy mal visto.
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