?Nunca se ha de decir lo que se siente?
Hace pocos meses, cuando todav¨ªa se debat¨ªa la reforma de la Ley de Cajas del Partido Popular, los medios de comunicaci¨®n y las personas que segu¨ªamos el proceso ya denunciamos que el objetivo de la reforma era el control total de las cajas, entendiendo por total no s¨®lo los organos de gobierno sino tambi¨¦n de gesti¨®n. El PP por lo visto necesita los tres billones de pasivos para continuar su escalada de desprop¨®sitos. El presupuesto de la Comunidad se les ha quedado peque?o. Si el objetivo es financiar la terras m¨ªticas de turno sean o no rentables, colocar en los consejos a los amigos del President con intereses privados concretos en la actividad econ¨®mica de nuestra Comunidad, o financiar las universidades y las infraestructuras con la obra ben¨¦fico social, por poner algunos ejemplos, para eso hace falta controlar la totalidad de la estructura de las cajas. De lo contrario siempre existir¨¢n voces discrepantes inc¨®modas que denunciar¨¢n, aunque s¨®lo sea con su presencia, las tropel¨ªas impulsadas por el gobierno, testigos inc¨®modos que es mejor silenciar y eliminar. Este fin de semana se ha dado una vuelta de tuerca m¨¢s en el proceso de control de las cajas. Se ha empujado al precipicio al director general de Bancaixa, Emilio Tortosa, una persona honesta, comprometida con la caja y con la ¨¦tica como actitud personal ante la vida y los negocios, con una trayectoria de gesti¨®n inmejorable, con la calidad humana para formar uno de los mejores equipos de direcci¨®n y al final ofrecer su propia cabeza por la supervivencia del mismo. Nadie puede decir nada sobre su gesti¨®n al frente de la caja en la medida que ha conseguido transformar una caja en p¨¦rdidas en una de las m¨¢s rentables del pa¨ªs, ha conseguido colocar a Bancaixa en el cuarto lugar dentro del ranking de cajas espa?ol, con una tasa de crecimiento de los pasivos en los ¨²ltimos 12 meses del 17%, muy por encima de la media del sector (el 6%), y una de las m¨¢s din¨¢micas en el conjunto del sistema bancario espa?ol. Una caja capitalizada, con un grupo financiero complejo y diversificado, con un capital humano importante, una caja rentable. Sin lugar a dudas, el principal grupo financiero de nuestra Comunidad. Si no es por su gesti¨®n ?por qu¨¦ se le hace la vida imposible a la persona que lidera esa caja hasta pr¨¢cticamente obligarle a presentar la dimisi¨®n? La respuesta es sencilla. Era un profesional inc¨®modo, sab¨ªa demasiado, estaba bien relacionado con todos los grupos sociales de esta Comunidad, ven¨ªa del pasado y en el reino de la revancha, de la sospecha permanente, del temor y de la compra de voluntades, ten¨ªa todos los n¨²meros para su defenestraci¨®n. En una Comunidad donde nos faltan profesionales y equipos, donde la gente valiosa escasea, donde las personas formadas deben ir a Madrid o Barcelona o al extranjero para buscarse una salida profesional digna, el PP se ha permitido el lujo de destrozar de un plumazo una parte importante del trabajo llevado a cabo en los ¨²ltimos ocho a?os. En el reino de la mediocridad todo da igual, nadie vale, nada avala a nadie, ni su gesti¨®n, ni su trayectoria profesional, ni su honestidad. Aqu¨ª hoy lo que impera es el reino del amiguismo, se han relegado y sustituido los curricula personales por la fidelidad, a ser posible personal, y el vasallaje. ?Cu¨¢les han sido las discrepancias? No s¨¦ si muchas o pocas, pero desde luego s¨ª las suficientes como para desesperadamente salvar del naufragio al resto del equipo y ofrecer su puesto. La nueva orientaci¨®n del actual presidente dista mucho de lo que puede entenderse como tradicional l¨ªnea de actuaci¨®n de las cajas. Los beneficios obtenidos por las cajas ya no deben dedicarse a la obsoleta obra ben¨¦fico social sino que deben reinvertirse en infraestructuras (carreteras, universidades, AVE, puentes, colegios, etc¨¦tera), para hacer lo que no hace, y es de su competencia exclusiva, la Generalitat. La obra, los beneficios de la caja, ya no deben destinarse a toda la sociedad sino a la potenciaci¨®n de las empresas. Hay que desvirtuar lo poco que queda de los principios que inspiraron la creaci¨®n de las cajas y romper el ya muy limitado componente social que les queda. Las cajas deben dejar de hacer lo que saben hacer bien, ser intermediarios financieros al por menor, dedicadas preferentemente al segmento de banca familiar y peque?a y mediana empresa, y hacer lo que no saben, esto es, financiar las locuras que le proponga la Generalitat, ser un ap¨¦ndice de la misma, comprometer los recursos de todos los valencianos en la financiaci¨®n del, por desgracia, m¨¢s que probable fiasco de Terra M¨ªtica, o abrir oficinas en el extranjero para no se sabe muy bien qu¨¦ o qui¨¦n (?tal vez tambi¨¦n para Julio Iglesias?). ?Se rechaza que las cajas inviertan en grandes empresas estrat¨¦gicas para nuestra Comunidad, como por ejemplo Gas Natural, alg¨²n operador de telefon¨ªa, etc¨¦tera? En absoluto. Lo que se quiere decir es que los macroproyectos absorben un montante de recursos de tal magnitud que deben ser elegidos con criterios de rentabilidad y de futuro para la caja y la Comunidad. De lo contrario, ?qu¨¦ suceder¨¢ cuando el ciclo econ¨®mico cambie y los pr¨¦stamos concedidos a proyectos y empresas de viabilidad m¨¢s que dudosa pasen factura? Y qu¨¦ decir del proyecto de fusi¨®n de las cajas valencianas cuyos beneficios globales no se ven por ning¨²n lado ni lo aconsejan m¨¢s que las mentes calenturientas de alg¨²n que otro aprendiz de brujo financiero. ?D¨®nde se ubicar¨¢ la sede de la nueva caja? ?Qu¨¦ estudios avalan el proyecto? ?C¨®mo se computa el coste social de la duplicidad y la superposici¨®n de red? ?Cu¨¢l ser¨¢ el intermediario alternativo de referencia en nuestra Comunidad? ?Qu¨¦ econom¨ªas de escala o de alcance se esperan conseguir? ?Qu¨¦ intereses privados est¨¢n implicados en el proyecto? Es curioso, todos los pron¨®sticos formulados hasta el presente y que se han ido denunciando a lo largo de los ¨²ltimos meses se han cumplido con inexorable e implacable puntualidad. ?C¨®mo es posible que esta sociedad valenciana no acabe de reaccionar ante tama?os desatinos? ?C¨®mo es posible que la mitad de la poblaci¨®n pase totalmente de la pol¨ªtica? ?Hasta d¨®nde llega el miedo y la compra de voluntades? Estas reflexiones me traen a la mente unos versos de Quevedo que no me resisto a transcribir. No he de callar, por m¨¢s que con el dedo, / ya tocando la boca, o ya la frente, / silencio avises, o amenaces miedo. / ?No ha de haber un esp¨ªritu valiente? / ?Siempre se ha de sentir lo que se dice? / ?Nunca se ha de decir lo que se siente?
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