Gracias, se?or alcalde
Escribo esta carta para contar lo que me ocurri¨® el d¨ªa 27 de mayo de 1998. Como todos los d¨ªas durante el mes de mayo, me dirig¨ªa a la plaza de toros de Las Ventas (ya que soy abonado al ciclo isidril). Normalmente voy en metro, ya que me resulta bastante c¨®modo, pero ayer me tuvo que llevar en coche un amigo debido a que estoy temporalmente cojo. Pues bien, llegando al aparcamiento de la plaza, un polic¨ªa municipal situado a la entrada nos deniega el acceso. Primero de todo, le comentamos cu¨¢l era nuestra situaci¨®n y por qu¨¦ quer¨ªamos aparcar all¨ª (el aparcamiento est¨¢ situado a escasos metros de la plaza). ?l nos respondi¨® que el coche no se pod¨ªa dejar all¨ª aparcado, que el aparcamiento estaba lleno. La excusa era buena, pero se ca¨ªa por su propio peso, ya que no dejaban de entrar coches al aparcamiento. Sorprendidos por la situaci¨®n, le dijimos que era indignante dejar pasar a otros coches y a nosotros, estando yo cojo, no. De manera ir¨®nica nos respondi¨® que ten¨ªamos toda la raz¨®n, y a continuaci¨®n a?adi¨® que nos fij¨¢ramos en qu¨¦ clase de coches entraban.Efectivamente, como nos indic¨® el polic¨ªa, nos pusimos a observar la clase de coches que entraba al recinto. Con un par de minutos nos bast¨® para sacar conclusiones y ver la diferencia entre los otros coches y el nuestro. Nuestro coche era un utilitario y el resto eran coches de alto presupuesto. Nosotros ¨¦ramos j¨®venes y las personas de los otros coches eran mayores e iban muy bien vestidas con sus trajes y vestidos (todos, por supuesto, con el clavel en la solapa).
En fin, al final me baj¨¦ yo, y mi amigo se fue a aparcar donde pudo para, a la salida de la corrida, estar 20 minutos andando con las muletas, que es lo que tard¨¦ en llegar desde la plaza hasta la avenida Donostiarra, donde estaba el coche.
Con todo esto he de dar gracias al se?or alcalde de la maravillosa Polic¨ªa Municipal que tenemos, lo amable que es y el trato tan educado que da a los ciudadanos. Por supuesto, tambi¨¦n quiero dar las gracias al polic¨ªa en cuesti¨®n, que me facilit¨®, y de qu¨¦ manera, el acceso a la plaza. Y gracias a ¨¦l ver¨¦ unas cuantas corridas por televisi¨®n hasta que se me cure el pie.-
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