Negre y el aliento nacionalista

La hist¨®rica Llotja de Mar fue ayer el escenario de la votaci¨®n. El resultado confirm¨® que hab¨ªa funcionado la consigna de Negre extendida por el plenario presidencialista: derrotar a Fomento en el terreno de los s¨ªmbolos. Estos ¨²ltimos son los que valen. El presidente de Pimec, Josep Gonz¨¢lez, dio rienda suelta al triunfalismo del mundo de la peque?a y mediana empresa, firmemente asentado en la c¨¢mara, antonom¨¢sico parlamento empresarial. La Pimec-Sefes tiene una afinidad nacionalista que tambi¨¦n juega. Esta vez, Negre ha navegado con viento en popa, lleva en el cogote el aliento del agit prop de CiU; y tiene un horizonte despejado, el del sue?o hegem¨®nico de la Pimec, una organizaci¨®n que recientemente concentr¨® a miles de empresarios en una cena a la que asisti¨® el Pr¨ªncipe de Asturias. Joan Pujol, secretario de Fomento y plenipotenciario del aparato empresarial, justific¨® la derrota en clave de desamor: "Fue una pena no conseguir una lista ¨²nica". As¨ª se hizo visible el lamento plebiscitario de los patronos, la punta de un iceberg m¨¢s refrendista que sufraguista. Ya nadie duda de que Negre ser¨¢ presidente en el plenario previsto para el pr¨®ximo d¨ªa 25. Nadie, salvo su oponente, Josep Pujol Artigues, un empresario inveterado cuya repentina vocaci¨®n corporativa resulta apenas ornamental. Quien tampoco cree en Negre es Josep Llu¨ªs Rovira, ins¨®lito ex presidente de Pimec, que ha llevado ante los tribunales a la c¨¢mara por supuesto fraude electoral.